sábado, 17 de agosto de 2013

Quien abre camino





Poco después de salir de prisión Hugo Chávez estuvo en Panamá. Acompañado de un pequeño grupo de profesores de la Universidad Central de Venezuela, fue en busca del eco de Omar Torrijos. Los visité en el hotel Soloy y en la penumbra de la salita sus ojos reflejaban la escasa luz como un haz de lagunas. Sin que nada lo pidiera, casi toda esa charla de caribeños fluyó en voz sosegada, como esperando que de pronto el General pudiera intervenir en la conversación. Pero como al día siguiente yo me iba del país –me designaron embajador en México– esa tarde había que hablarlo todo de una sola sentada. Entender la naturaleza de este recuerdo exige situarse en época. Aquello sucedió a finales del 1994: aún no se había asentado la polvareda del derrumbe de la Unión Soviética, el neoliberalismo había llegaba a su apogeo y en Venezuela la democracia de Punto Fijo se había agotado y traicionaba sus pasadas expectativas. Por eso dos años antes el visitante la había retado.
En aquel tiempo el Chávez que los latinoamericanos conocían no era el que hoy recordamos. Los medios de entonces lo identificaban como un teniente coronel de paracaidistas que inesperadamente intentó derrocar a Carlos Andrés Pérez, y al que luego el presidente Rafael Caldera indultó. Para los civilistas más obsesivos que en las izquierdas sudamericanas abundaban– era otro golpista más. Sin embargo, durante aquel episodio muchos venezolanos sintieron que bajo la superficie había algo más y, en Panamá quienes algo habíamos aprendido de Torrijos asimismo lo pudimos olfatear.
Permítanme una breve digresión. Omar preveía que Centroamérica estaba por desagarrarse en guerras civiles que ni el imperialismo y las oligarquías, ni los revolucionarios, podrían vencer. Como en Colombia, se avecinaba un interminable y sangriento empate militar. Por consiguiente, se necesitaba buscar alternativas para negociar soluciones políticas que incluyeran importantes reformas estructurales, para lograr una paz duradera con desarrollo social. Esto implicaba trabajar con los líderes civiles y militares que, a uno y otro lado de la barrera, estuvieran dispuestos a hacerlo. Esa visión suya fue correcta pero solo dio frutos después de su misteriosa muerte.
Tal intento conllevó, entre otras cosas, conocer los ejércitos de la región y sus liderazgos, y no solo a los centroamericanos. En unos sitios una experiencia transformadora era posible con participación militar, como en los años 70 se pudo ver en Perú y Bolivia, donde en las fuerzas armadas había una oficialidad que conservaba su origen popular. En Centroamérica vimos fugaces resquicios en El Salvador y Honduras. En otros países, ya fuera por causas sociales o por fanatización doctrinal, eso era impensable. En Guatemala, que en otros tiempos había dado un coronel Jacobo Árbenz y a los tenientes Turcios Lima y Yon Sosa, toda opción de paz había sido extirpada. Al contrario, Venezuela más de una vez dio señales alentadoras, como en su día lo demostraron los militares que se insurreccionaron en Carúpano y Puerto Cabello. Sin embargo, en aquellos años Hugo Chávez era apenas un muchacho idealista que quería ser pelotero.
Eso dejó un aprendizaje que, ya sin Torrijos, con los años tomaría cauces políticos y diplomáticos, como el del Grupo de Contadora. Fue así que bastantes años después, en 1989, fui parte de la pequeña delegación presidencial panameña a la segunda toma de posesión de Carlos Andrés Pérez. Entre sus integrantes iba también un oficial que había trabajado con Omar y tenía amigos venezolanos de su mismo rango –mayores y tenientes coroneles–, con los cuales alguna noche fuimos ex oficio a tomarnos un par de copas, con las sinceridades que eso al cabo propicia.
A lo largo de una charla de múltiples temas, más como hijos de la clase media mestiza que como militares, sus confidencias no dejaron dudas: era grande la decepción con el sistema político imperante, mucho el disgusto social acumulado y nadie se hacía ilusiones con la vuelta al gobierno del partido supuestamente socialdemócrata. La suerte del país no se podía arreglar con los políticos ni la política existentes, en los que ya nadie creía, y sólo un remezón que los remplazara podía restaurar esperanzas. Al día siguiente, en el vuelo de regreso le comenté al presidente Solís Palma que difícilmente su amigo Carlos Andrés concluiría el mandato. Y eso que el nuevo gobierno aún no había iniciado su sorpresivo viraje neoliberal ni provocado el Caracazo.
Así pues, cuando tres años más tarde el joven Chávez intentó el golpe aquello no me pareció un rayo en cielo azul. Si algo me sorprendió no fue la asonada sino su falta de éxito. A la vez, tampoco era una incógnita la intención sociopolítica de quienes la intentaron. Si hubo un dicho que su pueblo recordó fue aquel “por ahora” que en la intimidad de muchos dejó una lucecita encendida.
En consecuencia, ir a aquella cita en el Soloy me pareció importante, aun sin saber qué tanto le interesaría a Chávez lo que yo pudiera decir. No obstante, ignoraba que hacía algún tiempo alguien le había dado un librito de doctrina cívica que antes de la invasión norteamericana a Panamá yo había escrito para los jóvenes oficiales panameños. Según aquel texto, nuestra Guardia Nacional para ese entonces rebautizada como Fuerzas de Defensa– debía vivir en el seno del pueblo Como el pez en el agua y poner sus capacidades y recursos al servicio de la soberanía y el desarrollo nacionales, en asociación con el pueblo organizado, con todo lo que eso implicaba. Durante la plática Chávez mencionó esas líneas pero yo lo entendí como simple cortesía. Y demoré unos años en enterarme de que había algo más.
Naturalmente en esos días él tuvo varios otros interlocutores en Panamá, pero eso ya no lo vi. Poco después continuó viaje a Cuba adonde lo atendió personalmente Fidel Castro, quien sin duda tenía a mano la bola de cristal con la que se avizora el futuro o era muy perspicaz. En Panamá, que yo sepa, faltando Omar ningún funcionario de alto rango se interesó en conocer al viajero.
Pocos años más tarde, siendo ya presidente, Hugo Chávez hizo una visita oficial a México. En la embajada venezolana, parado en la fila para el saludo protocolar extendí la mano con timidez, sin saber si me reconocería. Memoria de elefante, se detuvo, hizo un breve saludo militar y dijo con fuerza ¡Como pez en el agua!
Pero la verdad es que luego del día cuando lo conocí en el hotel Soloy, me debí ocupar de mis nuevas tareas y no estuve al tanto de sus actividades en Cuba. Sin embargo, importa recordar que en ninguno de los dos países que Chávez esa vez visitó dijo tener un proyecto socialista y, ni siquiera, que tuviera intención de emprender una revolución democrática. Sus ideas de aquellos días se plasmaron en la conferencia que él pronunció en el Aula Magna de la Universidad de la Habana. Allí señaló la necesidad de recuperar la autodeterminación y soberanía de su patria, la de renovar la democracia venezolana haciéndola más popular y participativa, y exaltó el ideal bolivariano y martiano de la unidad de las naciones de América Latina como requisito para que nuestra región pudiera darse un desarrollo independiente.
En privado, tampoco en Panamá había dicho más, pues de Torrijos lo que encomió fue su tenaz empeño y habilidad para recuperar la soberanía nacional y para impulsar la justicia social, sin atribuirle más calificativos políticos. Fue largos años después, ya fallecido Chávez, que leí su conferencia del Alma Mater habanera y por poco la sorpresa me tumba la quijada al percatarme de que allá él había citado a Como pez en el agua. No obstante, en las difíciles circunstancias en que ese librito se publicó en 1989, yo evité excederme intercalándole cualquier sugerencia socialista, que lo hubiera dañando excediendo sus objetivos.
En el 94, también Chávez lo evitaba. Cuando cuatro años más tarde ganó las elecciones su promesa central fue la de convocar una Asamblea Constituyente para refundar la república democráticamente y derrotar los flagelos de la pobreza y la exclusión social. La alternativa bolivariana para esa refundación implicaba desde luego una intención progresista y, en eso, él no iba mucho más allá del Omar Torrijos de los mejores momentos del proceso revolucionario panameño.1
Vale recordar que tampoco Fidel Castro adelantó vísperas en La historia me absolverá, ni en la Sierra, ni en los dos años primeros años de la revolución. Antes el proceso debía desarrollar su natural maduración, dejar que las lógicas del subdesarrollo capitalista y el imperialismo enseñen su propia naturaleza hostil a los progresos sociales y morales. Fidel anunció el propósito socialista en la inminencia del ataque de Playa Girón, con lo cual el pueblo cubano, que ya había hecho suyos esos progresos, no solo luchó contra el invasor sino por el socialismo, aún sin saber cómo este sería.
Es solo después del golpe reaccionario del 2002 y del artero golpe petrolero, en los que las derechas y el imperialismo exhibieron sus entrañas e intenciones, que Hugo Chávez le atribuyó vocación socialista al proceso revolucionario bolivariano. Así que, de similar forma, en las siguientes elecciones –celebradas en el 2006– las mayorías populares ya no solo votaron por él, sino que eligieron la opción socialista.
Por supuesto, los períodos que antecedieron a esos procesos de definición fueron de intenso cuestionamiento y renovación de la cultura política existente, de un debate ideológico masivo del que también él aprendió. Esto es, el nuevo modelo cristaliza después de que la cultura política popular ya está en condiciones de asumirlo, a través de un desarrollo que él compartió. En el caso venezolano, ese debate le dio forma a su propia concepción del socialismo a través de la discusión pública del “Nuevo mapa estratégico” del año 2004, que decidió que el socialismo venezolano debería ser democrático, pluripartidista y apropiado a las nuevas circunstancias del siglo XXI. Y luego de que la mayoría ciudadana votó por esa opción reeligiendo a Chávez en el 2006, la Asamblea Nacional debatió y aprobó como ley el Primer Plan Socialista de la Nación 2007 2013, que desarrolló sus objetivos generales: nueva ética, suprema felicidad social, democracia protagónica revolucionaria y modelo productivo socialista.
Ahora bien, si nos ubicamos en la situación anterior a todas esas definiciones, no extraña que un analista tan sagaz como Tarik Alí en ese entonces lo caracterizara como un “socialdemócrata radical”, calificación que más tarde él mismo cambiaría por la de “socialista demócrata”. A su ver, era un dirigente que iba más allá de donde aspira ir un socialdemócrata europeo, pero sin llegar a tanto como un revolucionario socialista. En otras palabras, se trataba de un líder que el analista anglopaquistaní no tenía cómo catalogar, dado que en el léxico de los politólogos europeos la categoría que Chávez inauguraba, y la palabra con la cual designarlo, aún no existen.
Es decir, él representaba un fenómeno nuevo, inédito. Para salir del paso algún periodismo de mala muerte lo llamó “populista” y ahora se apela a calificarlo asignándole un nuevo uso a la palabra “progresista”, no porque esta sea apropiada sino porque pareciendo menos dudosa es igualmente imprecisa. Se le puede dar el significado y uso que se quiera, lo que sin embargo sirve para nombrar a la persona y al proceso pero no para explicarlos.
No obstante, lo que Tarik Alí sí destacó con acierto es que ese fenómeno inédito, que sobrepasa las adocenadas terminologías tradicionales, surgió en “un momento en que el mundo se había quedado callado, cuando el centro derecha y la centro izquierda tenían que batallar mucho para encontrar algunas diferencias” entre sí2. Esto es, irrumpió en un mundo todavía atontado por la confusión ideológica, moral y material dejada por el caos de la “caída del muro” y el apogeo neoliberal.
Y que al irrumpir demostró que ese mundo no era tan monolítico como simulaba sino que ya estaba rajado por dentro, ayudándonos a los demás a salir del impase en el que la ofensiva neoconservadora nos había enredado. Al decirlo me refiero sobre todo a los dirigentes de partidos y a los académicos del tema político, porque para los líderes de las protestas sociales alzadas contra los efectos del tsunami neoliberal, rebelarse contra el sistema ya no solo era necesario sino factible. Tampoco para ellos la llegada del chavismo al gobierno, y su capacidad para desafiar al imperialismo y a las derechas y sobrevivir, fue un rayo en cielo tranquilo. Desde los días del Caracazo ellos venían desbrozando el camino.
No se trataba apenas de la visionaria audacia de un dirigente excepcional, sino de un cambio de época y la necesidad de darle forma y proyecto a lo que empezaba a emerger. El mismo Chávez en más de un momento observó que en su país el siglo XXI se había desatado antes de que el XX concluyera. El Caracazo, como expresión de las rebeliones que vendrían a marcarle un ¡basta ya! a las irresponsabilidades neoliberales se adelantó 11 años al fin de siglo; la primera victoria electoral del chavismo, 2 años. Esto es, se anticiparon a las sublevaciones de otras ciudades sudamericanas, así como a las primeras victorias electorales de presidentes de izquierda y gobiernos “progresistas” en varios países del Continente.
Como siempre, quien sale por delante –el que va en la punta de vanguardia– lo hace porque un pueblo le ofreció el reto y la oportunidad, y es a quien le toca enfrentar los riesgos, aciertos y errores de las primeras innovaciones y pruebas, como también los primeros contragolpes de la reacción. Luego otros podrán hacerlo como Chávez y sus compañeros, o de otros modos mejores o peores según sus respectivas posibilidades nacionales, pero siempre con la ventaja de hacerlo tras las vicisitudes y consecuencias ya vividas y legadas por él. Y en los espacios que él despejó.
Ciertamente, todavía falta la palabra con la cual designar este fenómeno de nuevo tipo que está tomando cuerpo en no pocos países de nuestra América, pero no hay duda de que el fenómeno existe, crece y aprende. Los venezolanos que le dan cuerpo se ahorran el problema diciéndose chavistas y llamándolo bolivariano. Pero lo más importante no es el bautismo sino el buen parto y robustecimiento de esta criatura creativa.
Y en cuanto a la persona histórica de Hugo Chávez, en la cultura afrocubana (y supongo que en la brasileña) existe el orishá o deidad que mejor le pude dar nombre: Chávez fue y es el abrecaminos, aquel que en medio de la oscuridad de la incertidumbre prende la tea y tiene la corajuda audacia y el liderazgo moral, intelectual y personal de ponerse en marcha cuando aún nadie se atreve y nos abre camino al andar. Lo que venga después corre por nuestra cuenta.



1. Más radical era el proyecto del Plan Inca del general José Velasco Alvarado y el proceso revolucionario peruano. Pero Chávez, como en su tiempo Torrijos, prefirió optar por impulsar el proceso progresista por medios democráticos civiles, y destetarlo de los cuarteles, lo que implicaba crear un partido popular capaz de derrotar en elecciones libres a los partidos conservadores. Método que sería más fatigoso pero que se nutriría de mayores raíces y sustentación social.
2. “Hugo Chávez y yo”, republicado en La Jornada, México, D.F., 10 de marzo de 2013.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


La OMS insta en Pekín a alcanzar la cobertura de la salud pública universal


Agencias


La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó el jueves a todos los países, sobre todo a aquellos en vías de desarrollo, a que continúen sus esfuerzos en lograr una cobertura sanitaria universal y pública durante la presentación en Pekín de su informe anual. Presentado por la directora general de la OMS, Margaret Chan, el Informe de la Salud Mundial de 2013 destaca una subida media del 5 % de la inversión de los países de renta media y baja en los últimos años, con cifras más altas en naciones como Brasil, China o India.
“La salud no debería depender del bolsillo de cada uno”, dijo Chan, quien presentó el informe esta vez en Pekín y no en Ginebra, sede del organismo y donde se realiza habitualmente.
China fue, precisamente, uno de los referentes que la directora general de la OMS empleó para instar a otros países a ampliar su sistema público sanitario.
Según datos del organismo citados por Chan, el país asiático ha ampliado su cobertura de la salud pública del 15 % de la población en 2008 al 95 % actual, un crecimiento “meteórico” -dijo- teniendo en cuenta la población de más de 1.300 millones del gigante.
No obstante, todavía surgen muchas críticas al respecto desde distintos organismos, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sobre todo acerca de las diferencias de la atención sanitaria en China -que pretende alcanzar la cobertura total en 2020- entre el campo y la ciudad, y el difícil acceso a la misma de las clases más desfavorecidas.
Junto a China, Brasil o India, Chan destacó el progreso de algunos países africanos en esta materia.
“Me enorgullece afirmar que los países africanos han aumentado en una media del 26 % su investigación en el campo de la salud en los últimos años”, enfatizó la directora de la OMS, acompañada de los ministros de Salud de Zambia, Joseph Kasone; Ghana, Hanny-Sherry Ayittey, y Tanzania, Hussein Ali Mwinyi, así como del vicepresidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP) china, Chen Zhu.
Chan remarcó que la cobertura sanitaria universal es “el mayor poder igualador social y la última expresión de justicia”.
“No digo que sea fácil ni barato, hay muchos baches y retos, pero con el compromiso de los líderes políticos y una gestión adecuada es factible”.
La directora general de la OMS también apeló a la investigación como un factor clave para determinar las prioridades sanitarias de cada país y saber cómo estructurar el sistema, y apuntó que cada vez hay mayor cooperación internacional en este área.
Recalcó que la organización tiene la obligación de compartir con sus países miembros referentes de casos de éxito con contextos similares para que se puedan imitar modelos, pero que la parte principal, en cuanto a financiación y compromiso, depende de los gobiernos locales.
“Su perseverancia en alcanzar la cobertura de la salud mundial es fundamental”, dijo.
Chan, que fue responsable de la gestión del SARS (síndrome respiratorio agudo severo) cuando estaba al cargo de Salud en su Hong Kong natal hace una década, consideró “valientes” las medidas tomadas por Pekín al respecto y el trabajo que ha hecho para controlar el nuevo virus H7N9.
Destacó que la nueva cepa de gripe aviar, que según ha publicado hoy la agencia oficial Xinhua se ha cobrado 45 vidas en la China continental desde el pasado marzo, no se ha expandido fuera del país asiático y que los controles de detección y prevención son “mucho más efectivos” ahora que hace diez años.
Así, si bien aseguró que la OMS seguirá de cerca su desarrollo, ya que por experiencias previas podría cobrarse nuevas vidas en el curso del invierno, no quiso provocar alerta e instó a la calma.
La directora general de la organización recordó que, del mismo modo que el aumento de la inversión en investigación médica ha contribuido a mejorar la cobertura sanitaria a la hora de, entre otros aspectos, fijar prioridades, ha “jugado un papel clave” en que mejoren las perspectivas ante emergencias como el SARS en la última década.

“Chevron es una compañía prófuga de la Justicia”



Entrevista a Luis Yanza, miembro de la Unión de Afectados por Chevron-Texaco en Ecuador

Agencia ACTA


La tarjeta de presentación de Luis Yanza tiene una leyenda que se destaca: “Hasta que Chevron repare nuestra Amazonía”. Yanza es parte de la Unión de Afectados por Chevron-Texaco, la petrolera estadounidense condenada por contaminar 500 mil hectáreas en Ecuador y por afectar a 30.000 personas. De visita en Neuquén, junto al Pueblo Mapuche, el dirigente ecuatoriano detalla el accionar de la multinacional que explotó territorio ecuatoriano durante 26 años, que fue condenada a pagar 19.000 millones de dólares, se fugó de Ecuador y sus activos fueron embargados en Argentina (hasta que la Corte Suprema falló a favor de la empresa). Chevron acaba de asociarse a YPF para explotar yacimientos petroleros no convencionales en Neuquén, en zona de comunidades mapuches. Yanza advierte: “Chevron es una compañía criminal, una compañía que ha violado la ley, que no acata a la Justicia. Cómo se le puede permitir invertir en un país, si esta compañía ha cometido violaciones a los derechos humanos. ¿Por qué no lo cometerá de vuelta?”.

Contaminación y condena - ¿Qué fue lo que hizo Chevron en Ecuador?
- Chevron es una multinacional de Estados Unidos que, por sobre todo, es una compañía prófuga de la Justicia. ¿Por qué razón? En 1964 Texaco ingresó a la selva del amazonas del Ecuador extraer petróleo con una tecnología totalmente barata y obsoleta, para minimizar los costos y tener mayores ganancias. Vertieron 64.000 millones de litros de agua tóxica, contaminó 500 mil hectáreas, dejó 880 fosas o piletas llenas de desechos tóxicos. Todo esto afectó directamente a los pueblos originarios que vivían en la zona, Cofán, Siekopai, Waorani, Siona, Tetetes y Sansahuari. Fueron afectados 30.000 mil ecuatorianos.
- ¿Cuáles fueron los efectos sobre la población?
- Chevron afectó en lo cultural, lo territorial y en la salud. Provocó el desalojo y desaparición de pueblos indígenas. Se registra una alta tasa de cáncer, abortos espontáneos. Murieron y seguirán muriendo hombres, mujeres y niños.
- ¿Cuándo comenzó la demanda contra la empresa?
- En 1993 iniciamos una demanda legal contra Texaco en Estados Unidos. Después de diez años ahí, no logramos jurisdicción. Y en 2003 iniciamos la demanda en Ecuador. En 2001 se fusionaron Texaco y Chevron. Hemos litigado obtuvimos una sentencia condenatoria en 2011 y 2012 contra Chevron, basada en la prueba, en la ley, en la evidencia. Sin embargo Chevron no obedece, no acata la decisión de la Justicia de Ecuador.
- ¿Cuál fue la prueba que tuvo en cuenta la Justicia de Ecuador?
- En el juicio se comprobó que Chevron-Texaco contaminó 500 mil hectáreas con 330 pozos, 880 fosas con desechos tóxicos y que se afectó a 30.000 personas. Diversas pericias confirmaron altos índices de casos de cáncer, abortos espontáneos y leucemia en niños menores de 4 años. En el juicio teníamos que probar la mala práctica que dejó efectos nocivos para la salud y el ambiente. Lo probamos con evidencia, estudios técnicos y científicos, y con las pruebas concretas de personas y contaminación del territorio. Esto desmiente lo que dice Chevron de que el ’juicio fue un fraude’. Ningún fraude. Contaminaron y fueron condenados.
- Chevon fue condenada en primera y segunda instancia. El caso está en la Corte Suprema de Ecuador.
- En Ecuador la ley prevé un recurso extraordinario para llegar a la Corte y Chevron hizo uso de ese derecho. Pero, siempre según la ley ecuatoriana, con la sentencia de segunda instancia ya se acabó el juicio. Por eso mientras se resuelve el recurso extraordinario no se impide que se ejecute la sentencia. No hay tiempos estipulados para que la Corte se expida, aunque ojalá sea este año.
- La sentencia es por 19.000 millones de dólares. ¿Por qué?
- Contempla la reparación misma del daño, especificado en cuatro puntos: reparación ambiental, que incluye limpieza de ríos, suelos y pantanos; obras de agua potable para la comunidad, sistema de salud para gente enferma y reconstrucción étnica de las naciones originarias afectadas. La Justicia de Ecuador dijo que si en 15 días Chevron no se disculpaba públicamente, se duplicaba el monto. Así fue que de 8.500 millones de dólares, se pasó a 15.000 millones.
- ¿Cómo se conformó y cómo funcional la Unión de Afectados por Chevron-Texaco?
- La organización comienza a inicios de la década del ’90. Se presentó como Frente de Defensa de la Amazonía, conformado por indígenas y colonos. El proceso judicial comienza en Estados Unidos y luego fue trasladado a Ecuador. Hoy estamos organizados como Unión de Afectados, con delegados de base que toman todas las decisiones. Hay delegados de todas las naciones originarias y también de los no indígenas, de todo los campos petroleros que explotó la empresa. La asamblea se reúne cada tres meses en asamblea, y también hay un comité ejecutivo que se reúne cada mes, una estructura más operativa y en constante diálogo.
- El discurso pro empresario de Argentina señala que es un juicio impulsado por un estudio jurídico y no de afectados reales.
- Es otra gran manipulación de Chevron. Es un juicio de la gente afectada por Chevron. Tenemos una estructura, la Unión de Afectados, donde se toman todas las decisiones del caso. Y sobre las cuales los abogados ejecutan su trabajo. Es un juicio de los afectados por una multinacional criminal.
- ¿Cuál fue y es el rol del gobierno de Rafael Correa?
- El Gobierno ha dicho que es un juicio entre particulares, entre afectados y quien afectó. No interviene ningún organismo público, ni municipal ni nacional. El Gobierno ha dicho que la Justicia debe resolver. Es lo más sensato. Chevron ha querido involucrar al Gobierno para luego decir que es un juicio politizado, pero el Gobierno se ha mantenido al margen y es lo mejor.
- Correa visitó la zona afectada. ¿Qué dijo?
- El Presidenta visitó la zona en abril de 2007. Habló con los afectados y vio él mismo cómo quedó el territorio. Sólo eso queríamos, que vea cómo Chevron dejó nuestro territorio. Y ahí mismo dijo que la Justicia debe decidir.
Impunidad - ¿Por qué solicitan que el embargo a Chevron se haga en otros países?
- Chevron se fue de Ecuador antes de la sentencia, se escapó. Pero está en muchos países, como en Argentina. Ante esa situación, nos vimos obligados a recurrir a tratados internacionales para que Chevron responda con sus activos. En las primeras instancias los jueces de Argentina resolvieron embargar los bienes de Chevron. Pero lamentablemente al llegar a la instancia superior, Corte Suprema, se benefició a Chevron. No entendemos por qué, aunque suponemos que por las presiones políticas que estas empresas ejercen y que han sido una constante.
- ¿Cómo tomaron la decisión de la Corte Suprema?
- Nos deja ante una gran indefensión, pero el proceso y la lucha continúan. Pero es una mal precedente porque un Estado debe cumplir con los tratados que firmó y el Estado argentino no lo cumple.
- Ante el levantamiento del embargo, pedido por el gobierno nacional y otorgado por la Corte Suprema. ¿Cómo lo interpretan respecto a las luchas regionales contra el extractivismo?
- Sienta un precedente nefasto para las luchas. Los pueblos en lucha del continente observan cómo una empresa violadora de derechos humanos es condenada en primera y segunda instancia, pero por presión política y económica se da marcha atrás en una Corte Suprema. ¿Se privilegia los derechos de multinacionales por sobre las comunidades afectadas? Es una pésima señal para la defensa de los derechos humanos. Debería llamar a la reflexión al gobierno argentino.
Bienvenida oficial -Chevron acordó con YPF explotar yacimientos en Neuquén. ¿Qué opina?
- Queremos alertar al pueblo argentino y neuquino que la decisión del Gobierno no es la mejor. Chevron es una compañía criminal, una compañía que ha violado la ley, que no acata a la Justicia. Cómo se le puede permitir invertir en un país, si esta compañía ha cometido violaciones a los derechos humanos. ¿Por qué no lo cometerá de vuelta? Aún más si la Justicia de Argentina no hace que pague por el crimen que cometió. El pueblo argentino debe saber que Chevron es una compañía prófuga de la Justicia.
- ¿Por qué cree que el Gobierno de Argentina da la bienvenida a la empresa?
- Es una jugada luego de la expulsión de Repsol. Hubo un vacío y Chevron lo aprovechó para decir que tenía dinero para invertir. Aunque sabe que quizá no sea rentable. La explotación para yacimientos no convencionales requiere de inversiones muy fuertes, como también serán muy fuertes los impactos, para el ambiente y para la población. Chevron condicionó su inversión en Vaca Muerta a que se le retire el embargo. Y ahí le retiraron el embargo.
- ¿Qué opina del accionar del gobierno argentino?
- No lo logramos entender. Sabemos que cada país tienen su soberanía y legítimo derecho de decidir. Pero creemos que comete un gran error al abrir la puerta a una transnacional que perjudicó a 30.000 ecuatorianos, con consecuencias que aún sufrimos. El gobierno argentino no puede omitir que Chevron es una empresa condenada y que tiene la obligación de hacer cumplir esa decisión judicial ecuatoriana, por un tratado internacional debe ser aplicado ese embargo también en Argentina.
- Existe muy buena relación entre los presidentes de Argentina y Ecuador, sin embargo el posicionamiento ante Chevron es totalmente diferente. ¿Por qué?
- No entendemos. El gobierno argentino tiene gran afinidad política e ideológica con el gobierno de Ecuador, pero han tomado una posición muy opuesta… (piensa) Es de una incoherencia total el apoyo del gobierno argentino a Chevron. Y el gobierno argentino apoya lo que ha decido la Corte Suprema y beneficia a la multinacional.
- ¿Hubo algún diálogo con el gobierno argentino?
- No pudimos hablar con nadie. Nos gustaría que nos reciban. Pero al menos sería importante que hablen con el gobierno de Ecuador. Podrán obtener información confiable de cómo actuó Chevron y confirmarán que la empresa está mintiendo sobre su desempeño en Ecuador.
- Una carta pública de YPF los responsabiliza por afectar, con el embargo, los intereses del país.
- Es insólito que se pueda plantear algo así. No queremos dañar a ningún pueblo ni gobierno. Al contrario. Pero nos cuesta creer que un gobierno nacional o provincial pueda permitir en su casa a una empresa que ha violado derechos humanos y que no quiere cumplir las decisiones de la Justicia.
-En Neuquén usted fue muy consultado por el Pueblo Mapuche y por personas no indígenas. ¿Qué les dice?
- Siempre tenemos el mismo mensaje. En territorio ecuatoriano hay hechos reales de enormes daños ambientales que ha ocasionado Chevron-Texaco y que ha dejado miles de víctimas. Hay evidencias, hay estudios. Hubo un juicio legal y legítimo. Como la transnacional huyó de Ecuador, dio muestras claras de su prepotencia y negativa a cumplir con lo que dictó la Justicia, y tuvimos que recurrir, siempre sujeto a la ley y tratados internacionales, a la Argentina y otros países para que esa acción judicial ecuatoriana se cumpla.
- ¿Hubo algún mensaje especial para el Pueblo Mapuche?
- Que no permitan la entrada de Chevron a su territorio. Así se librarán de tener muchos problemas, como los que vivimos nosotros. Si Chevron ingresa a territorio argentino y mapuche, habrá contaminación, habrá enfermedad y habrá muerte.
Publicado en el Periódico de la CTA Nº 96, correspondiente al mes de julio de 2013
http://www.agenciacta.org/spip.php?article9477

viernes, 16 de agosto de 2013

Snowden y el capitalismo por dentro


Barómetro Internacional


Según un concepto bastante aceptado en el pasado, el espionaje es la actividad secreta que busca conseguir información confidencial, especialmente de un país extranjero. Durante la guerra fría ese país generalmente era considerado como enemigo. No obstante, la desaparición de la Unión Soviética significó el fin del mundo bipolar y la emergencia de Estados Unidos como triunfador tras el desplome de su opuesto, lo que auguraba el desvanecimiento de la contradicción antagónica que signó la mayor parte del siglo XX. El “fin de la historia” suponía un papel menos relevante de los órganos de inteligencia, toda vez que “no había a quien espiar”. Sin embargo, la vida se ha encargado de demostrar otra cosa. La disipación del “enemigo comunista” obligó a Estados Unidos a buscar nuevos adversarios que justificaran su enorme gasto militar, a fin de sostener una economía que incrementaba los egresos para sostener la unipolaridad hegemónica que había creado. Inicialmente, el narcotráfico y la migración de indocumentados jugaron ese papel, pero era insuficiente. Necesitaban un instrumento global que argumentara a favor de su presencia en todo el planeta, hiciera arrodillar a los rebeldes y temer a los cercanos. Las acciones terroristas del 11 de septiembre de 2001 fueron el maná salvador para las huestes imperiales. La lucha contra ese flagelo inauguró –paradójicamente– una era de terror sin límites que han sostenido por igual el republicano Bush y el demócrata Obama. Como es habitual en la política exterior estadounidense, una nueva doctrina del “todo vale contra el terrorismo” sentó las bases para el desarrollo de la peor era de barbarie en el planeta desde la entronización de la bestialidad nazi. En el plano internacional significó la invasión de países y la muerte de cientos de miles de inocentes, el establecimiento de cárceles secretas en sus “provincias” europeas, la instalación de un centro de detención en la ilegalmente usurpada base naval de Guantánamo y hasta la justificación de la tortura en la cárcel de Abu Ghraib en Irak, país que fue invadido por fuerzas de la OTAN a pesar de no contar con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, tal como lo establecen los acuerdos y resoluciones de ese organismo y la propia Carta de la organización.
A nivel interno, el Acta Patriótica (Patriotic Act) promulgada el 26 de octubre de 2001 por el Congreso estadounidense con el manifiesto fin de incrementar la capacidad del Estado para su “guerra contra el terrorismo”, transformó en delitos una serie de acciones que antes no lo eran y legalizó la violación de la intimidad y la privacidad de los ciudadanos, desatando una paranoia generalizada que incluso han llevado fuera de sus fronteras.
En ese marco, el espionaje informático cobró nuevos bríos. El especialista italiano en derecho penal Carlos Sarzana los define como [ "cualquier comportamiento criminal en que la computadora está involucrada como material, objeto o mero símbolo". Los especialistas en la materia consideran delitos informáticos, no sólo el husmear ilegalmente en la privacidad de un ciudadano, sino también el apoderamiento de datos de investigaciones , listas de clientes, balances financieros, entre otros. Para ello existen diferentes instrumentos cibernéticos, entre ellos algunos programas especiales denominados spywares que están capacitados para monitorear a un usuario sin su consentimiento apoderándose de datos vitales que pueden ser usados para tomar decisiones que influyen en la vida personal, en la de una corporación o un Estado.
Lo curioso de todo esto es que todas estas actividades están al margen de la ley. Ya en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789 se establece en su Artículo XV que “ La sociedad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su administración”, mientras que el Artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU aprobada en su III Asamblea General el 10 de diciembre de 1948 en París plantea de manera prístina que “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”.
Tanto el documento –que de manera revolucionaria– echó las bases del sistema político y jurídico burgués en contraposición al entramado que sostenía los desmanes feudales de los monarcas europeos como el que modeló el sistema internacional legal vigente desde las postrimerías de la segunda guerra mundial, establecen parámetros de conducta y responsabilidad del Estado en esa dimensión.
Por otro lado, es conocido que el Estado capitalista se arrogó –y sigue haciéndolo– la potestad sobre la defensa de la privacidad de los ciudadanos. Esgrimía que en los países con gobiernos socialistas esa privacidad era violentada y usurpada por las autoridades. En un artículo publicado por la Universidad Libre de Berlín bajo el título “Lo público y lo privado” la investigadora Teresita de Barbieri argumenta en este sentido que como parte de su seguimiento histórico, “el núcleo duro de la distinción entre lo público y lo privado parece encontrarse en la teoría del contrato social. Subyace a la elaboración conceptual que cuestiona el ordenamiento feudal y posibilita la constitución de la democracia burguesa, la aparición del individuo libre –ciudadano en quien descansa la soberanía de la nación y del Estado moderno–…” La misma autora establece que “Lo público y lo privado son representaciones de la sociedad que han acompañado el desarrollo del capitalismo y el proceso más global de la modernidad. Con base en la dicotomía imaginaria se recrearon y organizaron los sistemas sociales y las formulaciones normativas, se definieron espacios de competencia para las actividades económicas, políticas y culturales”.
De este debate deriva aquel que tiene relación con el derecho a la privacidad, otro de los pilares otrora defendido a ultranza como uno de los valores intrínsecos del capitalismo. Alberto Benegas Lynch académico asociado del Cato Institute, uno de los “tanques de pensamiento” más reaccionarios de Estados Unidos, fundado en Washington en 1977 recuerda al escritor anticomunista checo–francés Milán Kundera quien en su obra maestra “La insoportable levedad del ser” afirmó que “la persona que pierde su intimidad, lo pierde todo”. Todo esto nos lleva a entender que la prédica liberal de los últimos dos siglos, sostén del sistema que la alberga, ha sido cuestionada por el propio gobierno estadounidense, su exponente más importante. Al respecto Benegas dice que “Por ello es que encuentro que la mejor definición del liberalismo es la que oportunamente he fabricado: el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros. De más está decir que en esta definición se encuentra implícito el derecho a la privacidad”.
Los argumentos antes expuestos intentan aportar ideas en torno a la mirada que debemos dar a lo que se ha dado en llamar el “Caso Snowden” para tratar de superar lo meramente especulativo en torno a un elemento secundario cual es el de la condición migratoria del ex agente de la NSA y su lugar de residencia definitiva. Todo el escándalo que se ha armado pretende esconder el problema de fondo que es el grave golpe sufrido no sólo por Estados Unidos sino que por la sociedad capitalista en general cuando se comienzan a estremecer ciertos pilares que le dieron sostén por más de dos siglos. En ese sentido el “Caso Snowden” es paradigmático. Si para Estados Unidos ha significado el mayor fiasco desde la guerra de Vietnam, la visión amplia del asunto aporta otros elementos de análisis que encaminan a estudiar el tema desde un punto de vista estructural.
No se trata de pensar solamente que los técnicos de la NSA se solazan con conocer las aventurillas africanas del rey Juan Carlos o las intimidades de Dominique Strauss–Kahn, Director Gerente del Fondo Monetario Internacional que le impidieron ser Presidente de Francia. Es mucho más que eso. Significa por ejemplo su capacidad para robar investigaciones de universidades, centros de estudio y corporaciones que nos hacen suponer que muchos de los “grandes” científicos estadounidenses, algunos con premios Nobel en sus áreas, son en realidad unos impostores alimentados por el despojo internacional de las agencias de seguridad imperiales. Lo mismo pude pensarse de sus aportes tecnológicos seguramente usurpados en Japón, Alemania, Francia o China. O creer que se asiste a transacciones con Estados Unidos en igualdad de condiciones, cuando sus funcionarios tienen en su poder la información necesaria para negociar desde posiciones de fuerza.
Estamos ante un país ficticio, ante un sistema inmoral de violadores del derecho internacional, de mentirosos y ladrones. Snowden, lo único que ha hecho, es ponerlo en evidencia.
sergioro07@hotmail.com


Publicación Barómetro 15-08-13
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El alba de los disidentes de Internet Manning, Snowden y Assange



Traducido paraa Rebelión por Germán Leyens

Las volcánicas revelaciones sobre la omnipresente vigilancia estadounidense del informante de la NSA Edward Snowden ya van en su tercer mes. Las réplicas sentidas en todo el mundo continúan. Cuando Rusia le otorgó asilo temporario, la Casa Blanca mostró enojo y consternación.
La informática Nadia Heninger argumentó que la filtración de información se está convirtiendo en “la desobediencia civil de nuestra época”. El difunto historiador y activista Howard Zinn describió el acto de desobediencia civil como “la violación deliberada, discriminada, de la ley por un propósito social vital”. La propugnó diciendo que un acto semejante “se convierte no solo en justificable sino necesaria cuando está en juego un derecho humano fundamental y cuando los canales legales son inadecuados para garantizar ese derecho”.
El de Snowden fue claramente un acto de desobediencia civil. John Lewis, parlamentario estadounidense y veterano dirigente de los derechos civiles señaló recientemente que Snowden “continúa la tradición de desobediencia civil al revelar detalles de programas clasificados de vigilancia de EE.UU.”
Snowden no está solo. En los últimos años, ha habido olas de disenso que revelaron el grado de corrupción y abuso del poder endémicos en este sistema corporativo global. Antes de Snowden, estuvieron Bradley Manning y Jeremy Hammond quienes sacudieron la tendencia de extralimitación dentro del gobierno de EE.UU. y sus aliados corporativos transnacionales y gubernamentales. El soldado Bradley Manning denunció los crímenes de guerra estadounidenses y el activista Jeremy Hammond sacó a la luz el funcionamiento interno del Estado de vigilancia dominante. Se arriesgaron para alertar al mundo sobre la falla sistémica del gobierno representativo y sobre la tendencia hacia un peligroso autoritarismo corporativo.
Después que Snowden fue acusado de espionaje, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange llamó al apoyo global a su persona:
“Edward Snowden es uno de nosotros. Bradley Manning es uno de nosotros. Son gente joven, de mente técnica, de la generación traicionada por Barack Obama. Son la generación que creció con Internet y fue conformada por éste…”
Snowden, Manning y Assange forman todos parte de una generación de Internet que considera que la transparencia de los gobiernos y de las corporaciones es una forma de controles y equilibrios sobre el poder. Creen en el poder de la información y en el derecho de saber del público. En una entrevista con Glenn Greenwald de The Guardian, Snowden
describió cómo su motivo fue “informar al público sobre lo que se hace en su nombre y lo que se hace en su contra”. Propugnó la participación de la gente de a pie en los procesos de toma de decisiones como una parte vital de la sociedad democrática e indicó que corresponde al público decidir sobre las políticas de las agencias nacionales de seguridad que él denunció. Su creencia es compartida por sus predecesores.
Manning, quien inspiró a Snowden, escribió en su chat de infausta memoria con el ex hacker Adrian Lamo: “Quiero que la gente vea la verdad… no importa quiénes son… porque sin información, es imposible tomar decisiones informadas como público”. Confirmó una vez más esta convicción cuando testimonió en la investigación previa para su alegato formal .Después de admitir que fue la fuente de la mayor filtración de información clasificada en la historia, habló de nuevo sobre la motivación detrás de sus acciones:
“Creí que si el público en general, especialmente el público estadounidense tenía acceso a la información… esto podría provocar un debate interior sobre el papel de los militares y nuestra política exterior en general.”
Al declararse culpable de un cargo de conspiración para hackear los ordenadores de la firma privada de inteligencia Stratfor, el friki informático Jeremy Hammond declaró que creía que “La gente tiene derecho de saber lo que los gobiernos y las corporaciones hacen detrás de puertas cerradas”.
Barrett Brown, periodista y director de un sitio en la web llamado Project PM, que tercerizaba información denunciando las actividades de la industria de la ciber-inteligencia, también sostuvo una convicción similar. Brown ahora está tras las rejas con una posible sentencia máxima de 105 años por su atrevida investigación de la creciente industria de contratistas privados de la inteligencia. En una entrevista con Michael Isikoff de NBC, Brown describió la “libertad de información” como “el valor de esta época”. Habló de cómo esta creencia motiva a numerosos ciber-activistas a involucrarse en la desobediencia civil contra aquellos en posiciones de poder que actúan de forma poco ética.
La consigna de estos activistas es: privacidad para el público, transparencia para los funcionarios gubernamentales y ejecutivos corporativos. Este interés por la privacidad y la protección de información personal fue lo que llevó a Snowden a arriesgar su libertad y también hizo que Andrew ‘Weev’ Auernheimer denunciara una falla de seguridad dentro de los servidores de AT&T. “El crimen de Auernheimer no fue un hackeo, aclaró su posición Natasha Lenard de Salon. Explicó cómo “no accedió ilegalmente a un servidor privado. Más bien, su convicción se basaba en qué datos son autorizados o no y quién lo decide”. Aunque sus acciones no dañaron a nadie, Auernheimer fue enviado a la prisión por señalar que la compañía no protegía los datos de los usuarios.
Este tema común de libertad de información es lo que motiva a esta nueva generación de activistas. Su lucha contra un sistema corrupto requirió mucho sacrificio personal; han sido encarcelados, desnudados, sometidos a juicios exhibicionistas, encerrados en la sección de tránsito de aeropuertos e inmovilizados en una embajada ecuatoriana.
Una visión de un nuevo mundo
Estos disidentes digitales dicen la verdad al poder. Mediante el nuevo medio digital, revelaron el profundo fraude de un sistema arrogante que posibilita que gobiernos y corporaciones se entrometan en las vidas privadas de otros, mientras ocultan al público sus propias acciones inmorales. Pero, esto no era todo; esos jóvenes activistas también tuvieron una visión de un mundo nuevo y de una sociedad más abierta y justa.
Con la publicación de los archivos clasificados de la NSA, Snowden declaró que actuaba en defensa de lo que valora:
“No quiero vivir en un mundo en el cual todo lo que digo, todo lo que hago, cada persona con la que hablo, cada expresión de creatividad o amor o amistad es registrada. Y eso no es algo que esté dispuesto a apoyar, no es algo que esté dispuesto a construir y no es algo en lo que esté dispuesto a vivir.”
En el registro de chat, Manning apuntó a la idea de la democracia abierta, elaborada en un artículo en el New York Times, como “lo contrario de la diplomacia secreta, que consiste de la negociación encubierta de tratados cuya existencia es ocultada al mundo”. Refiriéndose discretamente a la publicación de Cablegate, describió el material como la “versión de los eventos mundiales y la crisis no presentada en relaciones públicas” y lo calificó de “diplomacia abierta”. Más adelante señaló que “la información debe ser libre” y que “pertenece al dominio público” y compartió su punto de vista declarando que “si la información es conocida por todos”, nadie puede aprovecharse de ella y “debería ser un bien para el público”. Así mostró su ansia de una sociedad honesta en la que exista alguna forma de transparencia para lo que los dirigentes hacen en la oscuridad.
Esta visión del mundo está vinculada a ciertos valores que son alentados por las estructuras abiertas de Internet. A diferencia de la época de la prensa cuando la información tendía a ser centralizada, la era de Internet fomenta una forma de comunicación interactiva y directa de igual a igual. El antropólogo Paul Jorion señaló que la naturaleza inherentemente democrática de Internet significa que “no hay jerarquía y cada cual puede expresarse”.
La vida del difunto activista Aaron Swartz fue un ejemplo de esos nuevos valores nacidos en tándem con el medio de comunicación digital. Swartz defendió el derecho del pueblo a la información libre. El manifiesto de 2008 que escribió en coautoría declaró que el compartimiento de la información es un “imperativo moral” contra “la privatización del conocimiento”. Necesitamos tomar la información dondequiera esté almacenada, hacer nuestras copias y compartirlas con el mundo. Tenemos que tomar material que esté libre de copyright y agregarlo al archivo”. Swartz nos instó a “luchar por la Guerrilla del Libre Acceso”.
Su creencia en la libertad de conectarse condujo a Swartz a una batalla para derrotar la Stop Online Piracy Act (Ley de cese a la piratería en línea - SOPA) basada en Hollywood, un proyecto de ley que fue camuflado como una solución al quebrantamiento del derecho de autor, pero que en realidad amenazó la capacidad de comunicarse y compartir libremente por Internet.
Hammond, que creía en crear “un ejército tan poderoso que no necesitaremos armas” luchó por la misma visión que Swartz. Cuando Swartz murió, Hammond escribió en su memoria:
“Lo que se necesita no es la reforma sino la transformación total – no enmiendas sino abolición. Aaron es un héroe para mí porque no esperó que los que están en el poder comprendieran su visión y cambiaran su juego, trató de cambiar el juego él mismo, y lo hizo sin temor a ser calificado de criminal y encarcelado por un sistema retrógrado de justicia.”
Antes de la denuncia de Snowden, Julian Assange vio la fuerza creciente que estaba subvirtiendo Internet y alertó a la gente ante las redes de espionaje creadas por aliados corporativos transnacionales. En el libro Cypherpunks: Libertad y el Futuro de Internet, escrito junto con Andy Müller-Maguhn, Jérémie Zimmermann y Jacob Appelbaum, Assange mostró cómo Internet puede ser utilizado como un instrumento tanto para la libertad como para la opresión.
“Erase una vez en un sitio que no era aquí ni allá, nosotros, los constructores y ciudadanos del joven Internet discutimos el futuro de nuestro nuevo mundo”, escribió Assange en la introducción. Los pioneros de esta cultura de la red parecen haber reconocido una fuerza democratizadora inherente en la tecnología de Internet y cómo ese poder, cuando sea verdaderamente liberado, podría transformar las estructuras existentes de control y propiedad. El fundador de WikiLeaks articuló la visión de Cypherpunks, un grupo de activistas que se percató del potencial de la criptografía en el logro del cambio social y político:
“Decimos que las relaciones entre toda la gente serán mediadas por nuestro nuevo mundo, y que la naturaleza de los Estados, que son definidos por cómo la gente intercambia información, valor económico, y fuerza, también cambiará. Vimos que la fusión entre las estructuras existentes del Estado e Internet creó una apertura para cambiar la naturaleza de los Estados… El nuevo mundo de Internet, abstraído del viejo mundo de átomos brutos, ansiaba independencia…”
Assange vio cómo Internet se mueve en una manera contraria a su visión y cómo “ha sido transformado en el facilitador más peligroso del totalitarismo que hayamos visto” y ciertamente se ha convertido en “una amenaza para la civilización humana”. En un artículo en el Guardian entró en detalles sobre cómo el control de los recursos petrolíferos ha sido un importante denominador para otorgar a ciertos países un poder geopolítico y “la guerra por los oleoductos” ha estado impulsando el mundo. Explicó cómo ahora esta batalla ha cambiado a ser “la guerra por los conductos de información: control sobre los caminos de cables de fibras ópticas que se extienden bajo el mar y sobre la tierra”.
Ahora, la situación se está acelerando. En los últimos años hemos visto un tremendo ataque contra la libertad de Internet. La fuerza por aplastar la visión de esta generación ha infiltrado el ciberespacio. La batalla ha comenzado.
La frontera de la liberación digital
La tendencia hacia el control centralizado o la restricción del flujo de la información se ha convertido en una antítesis para el modo de vida experimentado por esta generación de activistas digitales. Richard Stallman, quien inspiró a personalidades como Assange, también advirtió contra el sistema de vigilancia. Stallman, fundador del Movimiento por Software Libre, promueve la libertad respecto al software, que otorga control a los usuarios sobre su tecnología. Destacó una batalla en desarrollo entre las corporaciones y una cantidad creciente de personas que cree que el software y los lugares de comunicación deben estar libres de un insidioso control encubierto. Describió cómo ese control es ejercido por una forma de propiedad por la cual, por ejemplo, las corporaciones y los gobiernos subyugan a los usuarios con características insidiosas como convertir los teléfonos celulares en artefactos de espionaje y rastreo y la creación de puertas traseras en el software para hacer cambios a los programas o instalar intencionalmente software malicioso sin consentimiento del usuario.
En nombre de los derechos de autor y de la propiedad intelectual, el acto de compartir se ha convertido en muchos casos en un crimen, pero hay quienes han encontrado modos creativos de circunvenir la represión sistémica. Uno de los que están en la frontera de la liberación digital es Gottfrid Svartholm Warg, alias anakata, un especialista sueco en ordenadores quien co-fundó el sitio de BitTorrent, The Pirate Bay, que facilita el intercambio de archivos entre pares. Un trabajo innovador semejante fue realizado por Kim Dotcom, un empresario de Internet alemán-finlandés quien lanzó la compañía Megaupload basada en Hong-Kong, que posibilita el almacenamiento masivo de archivos y su visión. Esas acciones fueron atacadas legalmente por los carteles de información corporativos-gubernamentales. Svartholm Warg fue acusado de descarga ilegal de material protegido por derechos de autor y encarcelado, mientras el gobierno de EE.UU. extendió su arrogante poder imperial en el intento de cerrar Megaupload y extraditar al fundador Dotcom.
Mientras el fundador de Pirate Bay está tras las rejas, Torrent Site sigue combatiendo la censura. Está produciendo un Firefox hecho a la medida llamado PirateBrouser que posibilita que los usuarios eviten la censura. Después que se hicieron públicas las historias del espionaje masivo de NSA, Dotcom anunció la próxima producción de un servicio de apps de mensaje y correo electrónico seguro encriptado. Declaró que podría transferir su servicio de privacidad al exterior a Islandia, que es conocida como una fuerte defensora de la privacidad de los ciudadanos.
Ahora, más personas se unen para defender los valores de la generación de Internet. En los últimos años, el colectivo en línea Anonymous se ha convertido en la cara omnipresente del ciber-activismo. Con máscaras “Guy Fawks” con V por Vendetta, esta red descentralizada flojamente vinculada actúa siempre que sea necesario y dondequiera su radar registra abusos clásicos de poder. Se moviliza encarnizadamente para enfrentar a los poderosos, sean arrogantes contratistas gubernamentales como Aaron Barr, organizaciones religiosas como la Cientología, abusadores sexuales de niños o gobiernos y corporaciones inmorales. “Bajo esa máscara hay una idea…” Están unidos por un sentido de justicia compartido y la convicción de que “las ideas están a prueba de balas”. Repetidamente, Anonymous ha demostrado que es un campeón de los oprimidos y de los que cuestionan el poder ilegítimo.
Ideales del corazón
Las luchas comunes que libran estos jóvenes los unen, pero la verdadera marca de esta generación es una visión compartida del mundo con virtudes como coparticipación, amor y creatividad que han sido suprimidas en la tendencia hacia el capitalismo extremo dentro del Estado corporativo transnacional.
Gracias a un coraje recién descubierto, estos jóvenes revelan un fuerte sentido de compasión y confianza en la gente de a pie. En los registros de chat en línea, Manning mostró su extraordinaria empatía por otros cuando escribió: “No puedo separarme de otros… Me siento conectado a todos… como si fuera una familia distante.”
En OHM 2013, un festival internacional al aire libre de cinco días de duración para hackers y trabajadores de la ciber-seguridad, el oficial en retiro de la CIA, Ray McGovern señaló cómo tanto Snowden como Manning actuaron con empatía cuando presenciaron sufrimientos humanos. Confiaron en el público en general por sobre los gobiernos y hallaron esperanza en las acciones de gente común y corriente para mejorar el curso de la sociedad. Manning dijo:
“… es importante que se conozca… Siento, por alguna extraña razón… que podría realmente cambiar algo… ojalá la discusión a escala mundial, los debates, y reformas… si no… estaremos condenados como especie.”
El mismo sentimiento fue compartido por Snowden cuando dijo: “El mayor temor que siento respecto del resultado para EE.UU. de estas revelaciones es que nada cambie”. Esos son los atributos humanos que el imperio trata de castigar.
El 30 de julio, el juez militar dictó un veredicto en el caso de Bradley Manning. Manning no fue hallado culpable por la más ridícula acusación de “ayudar al enemigo” al filtrar secretos de Estado y evidencia de crímenes de guerra que fueron publicados por los principales medios noticiosos y colocados en Internet. Sin embargo, fue declarado culpable de múltiples cargos incluyendo seis ofensas bajo la Ley de Espionaje. Enfrenta castigos de hasta 136 años en la prisión, que durante la fase de sentencia, fueron reducidos a un máximo de 90 años.
Como respuesta al veredicto, el periodista Norman Solomon escribió sobre cómo el problema que el gobierno de EE.UU. tuvo con Manning fue que éste actuó por “compasión, con empatía que impulsaba la solidaridad”.
Darker Net pidió un milagro en la liberación de Bradley Manning, usando una nota similar:
“El gobierno de EE.UU. quiere encerrarlo para siempre. ¿Por qué? Porque sentía compasión. Porque tenía un profundo sentido de justicia. Porque comprendió la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. Porque vio aspectos de la guerra que lo horrorizaron. Algunos podrán decir que tenía una inocencia; era ingenuo. Pero tal vez si todos tuviéramos esa misma inocencia, el mundo podría ser un sitio mejor.”
En ese sentido de ingenuidad hay una fuerza que posibilita que actuemos hacia una visión de un mundo que imaginamos. “Se necesita un poco de ingenuidad para actuar y hacer algo que de otra manera parece imposible. Muchos grandes adelantos en la ciencia, la tecnología y la cultura tienen un toque de ingenuidad en su concepción”, escribió WikiLeaks en su página en la que describió cómo se formó la organización.
En lo que a primera vista parece ser ingenuidad es lo que planta semillas para ideales superiores. Sharon Staples, quien ayudó a cuidar a Bradley Manning cuando era niño, recordó su interacción con él cuando lo visitó en Fort Leavenworth, Kansas: “Le pregunté si quería que le enviara algo y me dijo: ‘Todo lo que quiero está aquí y aquí’ … Y mientras decía la palabra ‘aquí’, apuntó a su cabeza, luego a su corazón.”
Los ideales crecen en las cabezas y los corazones de muchos en esta generación y ayudan a cultivar una sensibilidad moral que permite que cada persona haga contribuciones inigualables al mundo. Janet Reitman, quien escribió un artículo definidor sobre Hammond, lo terminó destacando su idealismo. “Fue un idealista quien incluso después de ser encarcelado siguió luchando en cada ocasión y nunca se traicionó”.
Para los que tienen el poder, el idealismo de esta generación y su conciencia constituyen una amenaza existencial para su orden. El ‘crimen’ de ayudar al enemigo en este caso es realmente el acto de ayudar a la democracia y actuar por el bien común. A fin de cuentas, ha mostrado que nosotros el público nos hemos convertidos en los enemigos del Estado.
El filósofo austríaco Rudolf Steiner dijo de la joven generación:
“La pregunta no es: qué conocimientos o habilidades necesita tener una persona a fin de beneficiar el orden social existente. Sino: ¿qué predisposición tiene esa persona, y qué es capaz de desarrollar? Entonces sería posible canalizar nuevas energías de la nueva generación hacia el orden social. Entonces la nueva generación no será ajustada al molde de la sociedad existente, más bien la sociedad será lo que esos nuevamente reclutados adultos la hagan.”
¿Qué sucede realmente con la creciente tendencia de represión contra disidentes y modelos de veracidad? Nuestra sociedad no escucha. Los que están en el poder excluyen activamente las voces de los que tienen conciencia. La guerra sin precedentes de Obama contra informantes y su identificación de esos hechos heroicos con traición son simplemente un síntoma de este ensordecimiento de la sociedad. ¿Cómo llegamos a tal punto? ¿Cómo se ha degradado tanto nuestra sociedad?
Estamos ganando
Este Estado de vigilancia totalitaria no fue construido en un solo día. Hubo una advertencia. En 1975 el difunto senador Frank Church, de las famosas audiencias del Comité Church, cuestionó el creciente potencial de vigilancia total en EE.UU.:
La capacidad [de la Agencia Nacional de Seguridad] podría ser vuelta en cualquier momento contra el pueblo estadounidense, y a ningún ciudadano le quedaría algo de privacidad, tal es la capacidad de monitorear todo: conversaciones telefónicas, telegramas, no importa. No habría ningún lugar para ocultarse.”
38 años después, este joven informante valeroso dio un paso adelante para volver a alertar al pueblo del mundo sobre la severidad del movimiento del Gran Hermano hacia una distopía digital, que él evaluó como una “tiranía puesta a punto”. Todo lo que el gobierno de EE.UU. necesitaría hacer sería dar la orden y esta nación otrora grande caería en un despotismo abierto.
La batalla continúa en serio entre dos fuerzas: libertad y control, transparencia y secreto, compartimiento y propiedad exclusiva. En esta lucha se ha encontrado la generación de Internet.
Hablando desde la embajada ecuatoriana, Assange dijo: “Estamos ganando… Formamos parte de un nuevo cuerpo político internacional que se desarrolla, gracias a Internet”. Predijo la inevitable derrota del Estado de seguridad nacional, diciendo que los jóvenes de edades entre 20 y 30 son los que son reclutados por la NSA y la CIA y aquellos que son expuestos a Internet están conformados por ciertos valores. Dijo que descubrirán que “las agencias para las que trabajan no se conducen de un modo legal, ético o moral”. Esto ya está ocurriendo y esta nueva forma de disenso en la información se extiende.
Por ejemplo en la conferencia Black Hat, una reunión de expertos informáticos y profesionales de la ciber-seguridad en Las Vegas, el jefe de la NSA, Keith Alexander, fue repetidamente interrumpido por la audiencia. Cuando Alexander habló de la misión de la NSA por la libertad, una voz crítica emergió para oponerse a la vigilancia de la NSA.
A pesar de la agresiva persecución de informantes por Obama, el clima de miedo no parece inhibir la voluntad de los que actúan con conciencia. Edward Snowden habló de cómo aprendió de sus predecesores y que el poder de la propia conciencia es algo que no puede ser encarcelado o detenido:
“Binney, Drake, Kiriakou, y Manning son todos ejemplos de cómo las reacciones demasiado duras contra las denuncias de interés público solo aumentan la escala, el alcance, y la habilidad involucrados en futuras revelaciones. Los ciudadanos con conciencia no van a ignorar las malas acciones solo porque serán destruidos por hacerlo: la conciencia lo prohíbe. En su lugar, esas reacciones draconianas simplemente producen mejores informantes.”
La reciente victoria del asilo otorgado a Snowden es solo el comienzo. Los debates sobre la reforma se multiplican. Ahora la privacidad tiene una posibilidad de tener un debate de primera línea. Las revelaciones de Snowden condujeron a una importante votación en la Cámara de Representantes sobre una enmienda que dejaría sin fondos un solo programa de la NSA para terminar su recolección generalizada de registros telefónicos en EE.UU. A pesar de que el proyecto fue derrotado, perdió solo por 12 votos. Produjo inmensos cambios en la opinión pública sobre el Estado de seguridad y el secreto gubernamental. Una organización de base llamada “Restore the Fourth” [Restaurad la Cuarta Enmienda” se formó rápidamente, y realizó su primera vuelta de protestas el 4 de julio para cuestionar la inconstitucionalidad de la vigilancia masiva de la NSA después que fue revelada por Snowden. El grupo lanzó recientemente protestas masivas, llamando a un “Día 1984”, nombrado según la clásica novela de George Orwell sobre un Estado de vigilancia del Gran Hermano. Este movimiento está ganando importancia. En todas las principales ciudades de EE.UU. la gente marchó pidiendo el fin del espionaje gubernamental.
El fundador de un servicio encriptado de correo electrónico basado en EE.UU., supuestamente utilizado por Edward Snowden, Ladar Levison, anunció que estaba terminando la operación. La decisión fue tomada después de que se le dio una difícil elección entre convertirse en “cómplice en crímenes contra el pueblo de EE.UU.” o partir “dejando atrás casi diez años de duro trabajo al cerrar Lavabit”. Escogió esto último en lugar de someterse a la orden secreta del gobierno de EE.UU. de entregarle acceso al contenido de los mensajes de sus clientes.
Mientras los responsables de la vigilancia gubernamental presionan a las compañías de Internet para que se coludan con ellos, más y más gente se está uniendo para resistir a esa fuerza insidiosa. Tres de los mayores proveedores de servicios de correo electrónico de Alemania anunciaron sus planes de asociarse para fortalecer la seguridad de mensajes enviados entre ellos. Mailpile, un servicio de correo electrónico libre/de fuente abierta basado en Islandia, está financiando mediante apoyo masivo un servicio seguro de correo privado/de nube que es una alternativa para servicios vinculados a EE.UU. como Gmail. Después de la revelación del programa de espionaje Xkeyscore que al parecer tiene como objetivos específicos a usuarios de Wikipedia, la fundación WikiMedia se apresuró a tomar medidas adicionales para proteger la privacidad de los usuarios.
Nada puede detener a esta generación imbuida de un nuevo sentido de justicia y visión compartida por la humanidad. Del mismo modo que en las conexiones en línea, en las cuales si un enlace se rompe, otro emerge; cuando una persona es eliminada, varias emergen porque el valor es contagioso. Este imperio desesperado podrá detener a un individuo pero no puede encerrarlos a todos.
Llamadlos informantes, disidentes, hackers o locos por Internet, la juventud de la generación actual de Internet está sacando a la luz para el mundo el nivel de engaño y corrupción del poder estatal. Nuestras conexiones, nuestro genuino interés de los unos por los otros es un poder en el éter y crea una red que puede conducirnos hacia un futuro que es imaginado en nuestro corazón colectivo. Depende de nosotros si esta generación puede o no llevar al mundo más allá del sistema inhumano de gobernanza ilegítima, ya que nosotros también formamos parte de esta ascendiente generación de Internet.
Nozomi Hayase es escritora colaboradora de Culture Unplugged. Destaca dimensiones más profundas de eventos socio-culturales en la intersección entre política y psicología para compartir la visión de una futura evolución social. Su Twitter es @nozomimagine.
Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/08/13/the-rise-of-the-internet-dissidents/

Obama y su derechazo contra los Derechos Humanos




“El negro fue colgado de un árbol y columpiado en el aire. Bajo su cuerpo se hizo una pira de leña y forraje, y se prendió fuego. Alguien sugirió luego que el hombre no debía morir demasiado pronto, y se le bajó de nuevo a tierra, mientras un grupo iba a Dexter, distante dos millas, para comprar alquitrán. Echaron el alquitrán a las llamas y se completó el trabajo.” “Los Estados Unidos del linchamiento” (Escrito en 1901- Mark Twain)
Recomiendo a obama la lectura de la obra de Mark Twain, pues su naturaleza, que hasta ahora no ha sido capaz de reconocer el sentimiento humano, es muestra del instinto bruto. Apuesto a que la lectura y consiguiente reflexión le creará una contradicción. Posiblemente, después, secuestre a la contradicción y la ahorque, la prenda fuego por los pies y eche alquitrán a las llamas. El instinto bruto es muy fuerte en seres como Obama.
“El país”, ese periódico tan estrechamente vinculado a los capitalistas financieros que alzan a Obama, le presenta estos días en una fotografía en cuyo pie se nos informa que está jugando al golf, ¡ese deporte con tanta raíz popular y tanta tradición en España!, y saca la foto, por segundo día consecutivo, donde aparece Obama “en escorzo”, mirando de lado al fotógrafo y con la pierna más próxima al espectador doblada, es la derecha, mientras sujeta el palo de golf. ¿Se sostiene con una sola pierna o nos dobla la derecha? Parece una tontería, pero no lo es. “El país, periódico global”, dice que Obama está de vacaciones, no lo dudo, y de vacaciones, como si hiciese una gracia a quienes nos dirige la foto, nos dobla el derechazo. A prepararse que Obama nos va a meter una bola sobre lo que hace por nosotros, por el mundo entero, y ahí tenemos lo que dice sobre Snowden: que se ponga delante de los tribunales y se defienda.
Tribunales del linchamiento, quienes juzgan ya tienen la soga con el nudo corredizo y piden que se les entregue el reo para colgarlo. ¿Por qué Obama no le dice a Manning que aconseje a Snowden?; el tribunal del linchamiento pide para Manning casi 100 años de cárcel por darnos a conocer la verdad sobre los crímenes de guerra de los Obamas. El instinto bruto es muy fuerte en seres como Obama. También puede pedir a Assange que recomiende a nuestro Snowden.
Pero hay casos que preceden al de Manning, al de Assange, al de Snowden, denunciantes últimos ante el tribunal de la población mundial de los crímenes de los Obamas, por ejemplo el conocido “caso de los 5”: 5 cubanos encarcelados en EEUU por denunciar a los terroristas que llevan a cabo actos terroristas en Cuba y entrenan, en los mismos EEUU, a las bandas dedicadas a esa actividad tan condenada verbalmente entre los Obamas del mundo, mientras nos dan un derechazo, habiéndose puesto “en escorzo” en un campo de golf.
El caso de los 5 es un ejemplo paradigmático de la ruptura con los Derechos Humanos en los últimos 15 años. Otro caso en el que los Obamas incumplen de manera flagrante esos Derechos de los que hablamos: si en 1959 triunfan los revolucionarios en Cuba, en 1960 el Obama de entonces en EEUU, impone el bloqueo financiero y comercial al pueblo cubano: que no reciban nada y que no puedan sacar nada de la isla. Los Obamas aprietan el cerco a Cuba más y más con nuevas articulaciones en 1962, en 1992, en 1996, y en 1999, llegando hasta hoy con multas y condenas a todo el que intenta o lleva a cabo una acción solidaria, comercial o financiera con Cuba. Año tras año, desde hace 21, si no cuento mal, en Naciones Unidas todos los representantes del mundo condenan el embargo; la última votación de todo el mundo contra el bloqueo fue el 13 de noviembre de 2012, tan sólo están a favor del criminal encierro EEUU, Israel y Palau. El instinto bruto es muy fuerte en los Obamas, son 3, brutos, pero que muy brutos.
¡A...migo! ¿y el caso de Guantánamo?: ocupación de una parte de territorio cubano donde el bruto tiene establecido colonia penitenciaria, un presidio ilegal, un paraíso para la tortura, uno de los muchos infiernos de la ilegalidad internacional: además de ser territorio colonial, allí no entran los Derechos Humanos, los brutos son los propietarios.
Los Obama que han precedido al desvergonzado bruto Obama, se vanagloriaban de ello y hacían, como él, ostentación de su negacionismo empleando su prensa para presentar el caso de Guantánamo como algo con lo que también debemos vivir; han afinado sus leyes con pompas y rizos para hacer que sus medios de prensa nos las sirvan como modelos de vida. Es el terror inyectado en el cerebro el más fuertemente instituido. Obama no se oculta en ninguno de los casos cubanos, como tampoco con Manning, con Assange, o con Snowden.
Obama no reconoce el sentimiento humano, los Derechos Humanos, está inmerso en el instinto bruto, y prepara cada imagen “en escorzo”, o en mangas de camisa como un oficinista al servicio del capital financiero, para soltar con puños y pies, con presiones económicas y políticas, con la corrupción o la acción terrorista, un derechazo contra los Derechos Humanos. Está inmerso en el instinto bruto. Mi recomendación es que lea a Mark Twain, y ahora no me refiero a Obama.
Ramón Pedregal Casanova es autor de “Dietario de crisis”, puedes bajártelo en Libros Libres, de rebelion.org, y de “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”, edita Fundación Domingo Malagón.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

jueves, 15 de agosto de 2013

Un testigo del bombardeo de Hiroshima: su impacto en Thomas Merton y Ernesto Cardenal





Al comienzo del primer tomo de sus excepcionales memorias (el titulado “Vida perdida”) Ernesto Cardenal evoca su época de novicio, hacia finales de los años 50, en el monasterio de Getsemaní, Kentucky. Allí se produjo su encuentro con Thomas Merton el cual resultaría de enorme importancia tanto para la poesía como para la teología de la liberación latinoamericana. Puesto que la orden Trapense impone votos de silencio, la directiva del monasterio le asignó un instructor a Cardenal para que practicase, durante una hora a la semana, el idioma inglés. Cardenal rememora, con afecto, a ese instructor que no era monje sino “oblato”, alguien que lleva vida monástica sin tomar los votos. En este caso se trataba del “Hermano Matthew” quien ya tenía, para ese entonces, unos diez años en Getsemaní.
A través de la remembranza de Cardenal nos enteramos de que el “Hermano Matthew” era un famoso escritor de guiones cinematográficos de Hollywood, visitado, en el monasterio, por actrices famosas, amigo íntimo de Ernest Hemingway, Maurice Chevalier y Henry Fonda. En una de las conversaciones con el poeta nicaragüense, “Matthew” le confiesa lo que, probablemente, fue la causa principal de su ruptura con “el mundo”, su adopción de la vida monacal: el 6 de agosto de 1945 él había sido parte de la tripulación del “Enola Gay” durante el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima.
“Matthew” había sido designado cronista oficial de esa criminal acción, por parte del gobierno norteamericano, a partir de su vasta trayectoria como escritor de Hollywood. “Matthew”, prosigue Cardenal, le mostró su relato de esa fecha trágica, junto con testimonios gráficos del traumático evento.
El poeta nicaragüense nunca nos dice el nombre autentico de este “oblato” testigo del primer estallido del hongo nuclear. Sin embargo nos da una pista sobre su identidad, nos dice que, como guionista, fue el autor de la popular serie cinematográfica “The Thin Man” producida, con enorme éxito, entre 1934 y 1947.
Haciendo una simple búsqueda en internet encontramos que se trataba del norteamericano Albert Hackett (1900-1995) quien, junto con su esposa Frances Goodrich, escribió no solamente la ya citada serie, sino algunos de los más grandes éxitos de Hollywood entre las décadas de los 30, 40 y 50. Hackett y Goodrich, por ejemplo, hicieron la adaptación de “El diario de Anna Frank” (1959). Su adaptación teatral de esta misma obra ya les había dado un Premio Pulitzer en 1956.
En todo caso y más allá del dato de su verdadera identidad, no cabe duda de que el testimonio del “Hermano Matthew” sobre el horror del bombardeo atómico de Japón tuvo un profundo impacto tanto en Thomas Merton como Ernesto Cardenal. El nicaragüense escribiría uno de sus más célebres poemas sobre el tema: “Apocalipsis” (1965). Mientras que Merton no sólo escribiría importantes textos, tanto poéticos como ensayísticos, sobre la guerra nuclear sino que se convertiría, desde finales de los 50 hasta su muerte en 1968, en uno de los críticos más importantes e influyentes de la carrera nuclear durante la Guerra Fría, condenando, de manera enérgica, uno de sus aspectos más brutales: la doctrina norteamericana del “ataque nuclear preventivo” contra la URSS.
Juan Antonio Hernández. Doctor en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Pittsburgh. En 1990 obtuvo el Premio “José Antonio Ramos Sucre” mención poesía. En el 2000 obtuvo la prestigiosa beca de investigación en Humanidades de la “Andrew Mellon Foundation". Ha publicado diversos artículos sobre América Latina, un libro sobre Jorge Luis Borges, “Biografía del infinito”. En el 2011 fue publicado su libro sobre los imaginarios de la revolución haitiana en el Caribe del siglo XIX. Ha sido profesor de las prestigiosas universidades norteamericanas de Pittsburgh, Kentucky y Cornell. Fue Embajador de Venezuela en Qatar y actualmente lo es en Egipto.
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Novela de la dictadura democrática




(el fmi y el gobierno de europa dicta a la contrata de rajoy la rebaja del 10% en lo sueldos a la clase trabajadora)

La conversación entre varios escritores latino americanos en las primeras dé cadas del siglo XX sobre la situación en el continente, alcanzó el compromiso de escribir una novela cada uno sobre las dictaduras a las que estaban sometidos sus pueblos. Era la época en que el imperio estadounidense, el que se autoproclama democracia por excelencia, atizaba el continente americano con bala sin que hubiese resistencia suficiente para frenar o vencer a los golpistas o invasores.
Miguel Ángel Asturias, escritor comprometido políticamente, que participaba de su tiempo, solidario con su pueblo , fue el primer escritor que entregó una novela sobre un dictador, “El señor Presidente”, con ella mostraba una dictadura que, para más actualidad, tiene elecciones que llaman democráticas. Parece preguntarnos hoy, ¿un nuevo modelo, o un viejo modelo?, ¿qué define al régimen, el aspecto formal con que lo viste el imperio, o el contenido, el quehacer diario de quien tiene el gobierno y el poder?.
Miguel Ángel Asturias metió en sus páginas sin nombrarlo al tirano Manuel Estrada, que se hizo con el poder tras el asesinato de su precedente. Fue apoyado, cómo no, por el gobierno de eeuu cuyo brazo United Fruit Company privatizó Guatemala construyendo su estado-empresa. ¿Pueden ser demócratas los asesinos de las clases trabajadoras, o quienes atentan contra los Derechos Humanos?. Miguel Ángel Asturias, Premio Lenin de la Paz (1966), Premio Nobel de Literatura (1967), Premio Montsegur, en Francia, escribe “El señor Presidente” entre 1922 y 1933, la termina en París, observen que son años en los que hitler, mussolini y franco, condenados como asesinos de la Humanidad, todavía no han accedido al poder. Lo que estos representan en el mundo y la difusión de su carácter, ha venido muy bien a otros dictadores para difuminar las tiranías anteriores y las que ellos promueven hoy con el adjetivo, el barniz, de democracia.
La novela de Miguel Ángel Asturias no fue publicada hasta 1946, y en México. México, entonces tenía un gobierno respetuoso con los Derechos Humanos, y, como vemos, lo hacía de manera muy adelantada, tanto p or la situación en la que estaba el mundo -desde España aún recordamos la acogida a nuestros exiliados- como por la situación en la que nos encontramos hoy, con el parlamentarismo como cebo, mientras el imperio con todo su aparato, militar, financiero, propagandístico, implanta el terror y corrompe las sociedades.
Miguel Ángel Asturias nace en 1899 y muere en 1974, un año antes que franco, que dejó sucesor y situación apropiada. Voten al presidente y su régimen, así facilitan a la contrata dirigente el que les revienten su existencia.
En “El señor Presidente” el autor hace su discurso sobre el terror de un gobierno que se dice democrático y es propiamente corrupto y empobrece al pueblo, que además reprime y asesina. Eso sí, convoca elecciones y lleva a cabo sus campañas y todo.
La novela se abre en medio de la noche con el redoblar de las campanas de la catedral, y Miguel Ángel Asturias hace una onomatopella empleando el nombre del demonio para nombrar al presidente, “Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de pi edralumbre, sobre la podredumbre! …” Tras esto el dibujo de los más pobres durmiendo sobre la basura y los sueños que recorren sus cuerpos, basura y sueños en nombres de objetos e imágenes, conforme alguno grita, llora, o los soldados arrastran a un prisionero político, la enumeración, en cualquiera de los casos, está indicando la vida rutinaria, redundante. Tan sólo la muerte de un general que se burla del más desgraciado, un loco, hará que la tiranía descargue sobre el pueblo, en medio de la existencia miserable y sufriendo una persecución selectiva, todo su peso de terror, para terminar castigando como el asesino de su general a un ciego, manco y sin piernas. Y si la enumeración rutinaria alude a la vida desgraciada, el final de la novela repite la presencia de un loco, creando una narración circular, todo vuelve al punto que habíamos dejado atrás, pero no en la misma circunstancia.
El dictador demócrata aprovecha la muerte de su general para eliminar a quien le critica, lo que levanta contra él a otro gen eral que no le es afín, y prepara la manera de hacer frente a ese presidente, a su aparato y su sistema: “Y volvió el puño … abriendo y cerrando los dedos como para estrangular no sólo a aquél bandido con título, sino a todo un sistema social que le traía de vergüenza en vergüenza.” La esperada lucha del militar se verá truncada por el envenenamiento del general rebelde: “... creían soñar despiertos al oír lo que contaba el jinete. El general Canales había fallecido de repente, al acabar de comer, cuando salía a ponerse al frente de las tropas. … “¡Algo le dieron, raíz de chiltepe, acitillo que no deja rastro cuando mata, que qué casual que muriera en ese momento!” -observó una voz. “¡Y es que se debía haber cuidado!”, con lo que la solución queda en manos del pueblo.
Miguel Ángel Asturias ha ido construyendo una alternativa a la dictadura desde la resistencia, desde la sociedad civil, desde los detenidos en la cárcel, y de éstos encontramos un diálogo que invita al futuro: “- ¡Hablen, sigan hablando; no se c allen por lo que más quieran en el mundo; ...” “- Es mejor rezar ...” “-Recemos.” “-Pero el estudiante se interpuso: ¡Qué es eso de rezar! ¡No debemos rezar! ¡Tratemos de romper esa puerta y de ir a la revolución!. … ¡Hablen, sigan hablando, sigan hablando”.
El porvenir se encuentra con una nueva dinámica, la repetición del terror dictatorial ya no pasa por la misma circunstancia; los jóvenes, los estudiantes, los que aprenden de la Historia no repiten, quieren la revolución, saben que es el camino que acab a con la dictadura que aún convoca elecciones: “Como ciudadanos,... como hombres de bien, … ¡proclamamos! … la REELECCIÓN DE NUESTRO EGREGIO MANDATARIO Y NADA MÁS QUE (EN) SU REELECCIÓN! ¿Por qué aventurar la barca del Estado en lo que no conocemos …?”.
De spués de tachar de loco al que no vote por el tirano presidente demócrata y pedir que a ese que no le vota se le juzgue por traición, termina: ¡¡¡ CONCIUDADANOS, LAS URNAS OS ESPERAN ¡VOTAD POR NUESTRO CANDIDATO! ¡QUE SERÁ! ¡REELEGIDO! ¡POR! ¡EL! ¡PUEBLO!!!”.
Miguel Ángel Asturias compone una novela con situaciones terroríficas y personajes esperpénticos, rasgos de humor negro, vida social sumergida en la usura, en el engaño, y en cierta parte amor sobre el que la venganza psicológica, el chivateo y la trai ción caen con una crueldad de grandes dimensiones, impregnada de religiosidad. La dictadura, en la trama, aparece con vínculos al imperi estadounidense.
Miguel Ángel Asturias descompone el lenguaje para hacerlo más significativo, busca sonidos, imágenes, m ovimiento, sugerencias, plasma la poesía trabajando el flujo de conciencia, con la disociación de ideas presenta el estado anímico, los sueños, ilumina con la metáfora, con la comparación, con la superposición de escenas, … trabaja desde el realismo mágico y el surrealismo, “el afilador se afila los dientes para reírse”, . En los años en que Miguel Ángel Asturias escribe ésta gran novela, las búsquedas literarias eran parte de la duda del siglo XX, del rechazo al pasado que había dejado la peor guerra conocida hasta entonces y que continuaría en una segunda guerra. Miguel Ángel Asturias escribía literatura crítica, literatura de su tiempo, su obra en conjunto ha sido un estímulo para las conciencias que quieren cambiar el mundo, su obra es una búsqueda en una situación de crisis generalizada.
Un elemento a tener en cuenta es que el dictador demócrata casi no aparece, es un rey que vive en la oscuridad, con lo que el terror del Estado forma parte de la vida, como la cosa más normal, diríamos que hemos caído e n el infierno y lo asimilamos como democrático.
Mientras la oscuridad cubre el tiempo de la novela y la luz ocupa muy poco, ésta ofrece una salida, con lo que la oscuridad y la luz adquieren carácter simbólico, por ejemplo un momento de amor, el capítulo “ Luz para ciegos”, se produce cuando el sol alumbra plenamente.
La primera y la segunda parte están trabajadas en paralelo, con la particularidad en todo el texto de ir trenzando los capítulos, de este modo la acción se ve contenida, creando expectativas y enriqueciendo los varios desarrollos. A ello hay que sumar otro aspecto organizativo que da en el tema, si la primera parte necesita tres días y la segunda cuatro, para entrar en la tercera se nos advierte que en ella transcurren “semanas, meses, años ...”, con lo que nos deja ver que, aunque pase el tiempo que pase, el pueblo se enfrentará a la dictadura que se viste de demócrata.
Buena lectura tenga usted.
Título: El señor Presidente.
Autor: Miguel Ángel Asturias.
Editorial: Alianza.

Ramón Pedregal Casanova es autor de “Dietario de crisis”, puedes bajártelo en Libros Libres, de rebelion.org, y autor de “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”, edita Fundación Domingo Malagón.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

La división de la pluriversidad egipcia y la asfixia de las revoluciones árabes

Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf 15-08-2013



Al ver las imágenes de ayer en las plazas de An- Nahda y de Rabba al Adawiya en El Cairo llegó a mi mente la definición que Boaventura de Sousa Santos hace de la situación actual en las orillas del Mediterráneo: se trata de una zona en llamas. Y es que la lucha por una vida mejor que se estaba llevando a cabo en las calles de muchos sectores de la sociedad egipcia ha sido desbaratada por las dos fuerzas mejor organizadas del país (pero no por ello las más legítimas o mayoritarias) como lo son el ejército cuya elite es financiada por sus homólogos residentes en Washington, y la hermandad musulmana cuya elite conservadora es financiada por sus pares entre la familia real de Arabia Saudí. Esta lucha de poder ha puesto a Egipto en el día más difícil de su historia tras la caída de Mubarak. No se trata solo de las acciones de los generales y de las milicias islamistas sino también de la hipocresía de sus patrocinadores. Se trata del objetivo de producir desde el campo del saber el mismo resultado aplicado en los casos de Siria o Iraq. Se trata de mostrar a la opinión pública urbana en general y a los habitantes de las provincias más recónditas en particular que salir a las calles ha sido mala idea en tanto los resultados de la liberación solo provocan muerte, destrucción y violencia sectaria. Se trata de mostrar que “la revolución causa malestar” y que “estábamos mejor como estábamos antes”.
En la historia colonial no ha habido peor estrategia contra una revolución que la división de sus participantes. Este término, “división”, es muy diferente al de “pluriversidad”, la cual siempre ha acompañado a los movimientos de emancipación social en las calles y otros espacios públicos de Egipto y del resto de Oriente Medio, y con la cual se han llegado a experimentar diversas prácticas anarquistas muy útiles a la hora de organizar y tomar decisiones en la protesta. Sin embargo, los críticos de lo plural, que piensan que por el simple hecho de ser muchos el resultado de los experimentos será negativo y conflictivo, han hecho lo posible para seguir promulgando que las sociedades en Oriente Medio, además inmersas en un proceso de revolución, no dejan de ser complejas, peligrosas y necesitadas de una mano dura para gobernarlas y controlarlas para evitar el caos, todo esto para beneficio de propios intereses geopolíticos de corto y largo plazo.
La cruel y cruda lucha que presenciamos hoy en Egipto, y que busca la estabilidad con toques de queda, la democracia con balas y la justicia con bombas humanas, no hace más que retroceder la reconciliación social tras los enormes pasos que había dado la juventud egipcia en Midan Tahrir hace un par de años. De hecho, al mirar con atención, la plaza de Tahrir ha dejado de ser el principal punto de reunión para las propuestas, debates y discusiones de miles de musulmanes, árabes, coptos, nubios, universitarios, sindicalistas, obreros, campesinos, entre muchos otros, para pasar a escenarios como el de la plaza de Rabba al Adawiya donde el rojo ya no es el color de las pancartas sino el de la sangre que tiñe las muertes de gente con nula experiencia en el campo político y acostumbrada a ser movilizada bajo alguna influencia ideológica, ya sea de corte nacionalista y patriótica como un militar o de corte islamista radical como en el caso de un salafista.
Cuando una revolución como la egipcia, sin líderes ni grandes ideologías, se enfrenta a la lucha de tiranos contra tiranos entonces siempre pierde la pluriversidad comunitaria. Se da pie a pensar que quien verdaderamente manda es aquel que tiene más balas en su pistola y aquel que puede ejercer una fuerza totalizadora apelando a la defensa de la democracia. Así es de paradójico el asunto pues hoy presenciamos fuego en las iglesias, fuego en las mezquitas, fuego en los barrios de Ciudad Nasr y fuego en las sedes del gobierno. Así es de paradójico cuando se quiere apagar el fuego con el fuego, resultando en un incendio más grande dentro de este Mediterráneo en llamas que no hace más que consumirse lentamente en beneficio de los que no gobiernan pero reinan desde afuera.
La división sectaria es una vieja estrategia contra revolucionaria que sin embargo se nutre de la desinformación y el radicalismo. La división sectaria ha sido la herramienta más efectiva contra el cambio de conciencia generacional entre los jóvenes de la región que aspiran a una condición digna de vida que descentralice su historia de la historia europea y la trascienda para mostrarnos sus propios marcos y parámetros de desarrollo poscapitalista, poscolonial y posneoliberal. Las elites que se mueven dentro del aparato del Estado, militares, islamistas, nasseristas, mubarakistas, entre otro, han sido tan débiles contra la protesta pública que ha sido solo la lucha entre ellas lo que ha sido capaz de detener el avance de la pluriversidad comunitaria a la cual no se le pudo enfrentar con balas por su carácter pacífico. Esa debilidad mostrada por las elites ahora la han canalizado como fortaleza pero no contra la sociedad sino contra ellas mismas dando pie a un conflicto que, esperando equivocarme rotundamente, llevará a un conflicto más agudo a lo largo del país siendo las provincias el campo más fértil para la división sectaria.
La resistencia contra el tirano pudo haber sido pacífica en Tahrir porque había un rostro que, aunque descrito diferente por los diversos componentes de la protesta, se percibía como el responsable de la indignación de la gente en la plaza. Pero cuando los tiranos tiran tiros para todos lados y los rostros del autoritarismo no solo se multiplican sino que al pelear entre ellos acaban con el tejido social, lo plural corre el riesgo de volverse sectario para justificar la labor epistemológica de Occidente y la mano dura de sus aliados los cuales no dudarán en jalar el gatillo que no jalaron cuando el pacifismo reinaba en las calles por el simple hecho de que aquel pacifismo se convirtió en un enfrentamiento desde el nacimiento de términos tan absurdos como el de “golpe de estado democrático” que confundieron a miles de personas que pasaron de manifestantes contra el dictador a espectadores de la lucha entre dictadores.
Al Sisi, Mursi, Obama y Abdalá bin Abdelaziz son los viejos rostros que manejan el futuro de una nación joven y diversa dispuesta a mantener su revolución, pero la diferencia entre hoy y la primera ola de la tawra es que el pan, la justicia y la dignidad ahora serán buscados no por los medios y repertorios de los jóvenes egipcios sino por los viejos lobos que quieren que las revoluciones árabes dejen de respirar y que las aguas del Mediterráneo, aunque en llamas, vuelvan a estar tranquilas.
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