sábado, 16 de noviembre de 2013

Condenan a diez años de prisión a Jeremy Hammond, el joven que reveló información de Stratfor



Proceso

El joven de 28 años describió sus actividades como “actos de desobediencia civil ante un Estado de vigilancia en expansión”


Jeremy Hammond, el joven que reveló información de Stratfor.
Foto: Free Hammond

Jeremmy Hammond, el joven programador que sustrajo más de cinco millones de correos electrónicos de la agencia de inteligencia Stratfor, fue condenado a diez años de prisión por una corte en Nueva York.

A principios de año Hammond se declaró culpable de violar la seguridad de los servidores de Statfor Forecasting Inc.

El joven de 28 años describió sus actividades como “actos de desobediencia civil ante un Estado de vigilancia en expansión”. Sus abogados ocuparon ese argumento en su defensa.

La juez de distrito Loretta A. Preska acusó al hacktivista de provocar el caos: “No es nada noble, ni esa información es un bien público”.

“Estas no son las acciones de Martin Luther King, Nelson Mandela, John Adams o Daniel Ellsberg”, objetó la juez.

De acuerdo con la Corte, Hammond “robó” al menos 200 gigabytes de información relacionada con Stratfor, entre la que se encuentran cuentas de 860 mil clientes del despacho con sede en Texas.

Los hacktivistas utilizaron miles de números de tarjetas de crédito tomados de los servidores de Stratfor para donar más de 700 mil dólares a organizaciones no gubernamentales y asociaciones sin fines de lucro.

Durante la audiencia Hammond dijo que se inspiró en Chelsea Manning, el exmilitar que dio a conocer miles de cables diplomáticos y documentos militares de Estados Unidos a Wikileaks.

Una vez dictada su sentencia el joven levantó el puño al cielo y exclamó: “¡Viva Anonymous! ¡Viva la anarquía!”.

El martes 21 de febrero de 2012, Wikileaks difundió en su página web la información que abarca desde julio de 2004 hasta diciembre de 2011.

Los correos electrónicos revelaban las formas de operar de la compañía de inteligencia, sus relaciones con los gobiernos y empresas a nivel mundial, su red de informantes, su estructura de salarios, información sobre operaciones de lavado de dinero y métodos psicológicos y de soborno para obtener datos.

Algunos simpatizantes de Anonymous manifestaron su desacuerdo; amigos del acusado presentaron 265 cartas de apoyo solicitando la indulgencia al joven, entre ellos Richard Stallman, uno de los íconos del software libre.

“Jeremy Hammond es un buen ejemplo de lo que hace un hacker socialmente responsable”, escribió en su misiva.

Fuente: http://www.proceso.com.mx/?p=358002

La guerra secreta de Australia contra los aborígenes




Los pasillos del parlamento australiano son tan blancos que uno tiene que entrecerrar los ojos al mirarlos. El ambiente es silencioso, el olor que desprende es de abrillantador. Los suelos de parqué brillan tanto que parece que reflejen caricaturas de los retratos de los primeros ministros y las filas de pinturas aborígenes, suspendidas en las blancas paredes, cuyas lágrimas y sangre no son visibles. El parlamento se encuentra en Barton, un suburbio de Canberra cuyo nombre rememora al primer ministro de Australia, Edmund Barton, redactor de la Política Blanca de Australia en 1901. “La doctrina de la igualdad del hombre”, dijo entonces Barton, “nunca fue pensada para” aquellos que no fueran británicos ni de piel blanca.
La preocupación de Barton provenía más bien de los chinos, conocidos como el Peligro Amarillo; nunca mencionó la presencia más antigua y perdurable de la tierra: los primeros australianos. Para él éstos no existían. Su cuidado sofisticado de la áspera tierra no detentaba interés alguno. Su épica resistencia nunca había ocurrido. En 1838, el Sydney Monitor dijo sobre los que habían combatido a los invasores británicos de Australia: “Estaba determinado que se exterminara por completo la raza de negros en aquel lugar”. Hoy, los supervivientes de aquella guerra son un secreto nacional vergonzante.
La ciudad de Wilcannia, en Nueva Gales del Sur, resulta doblemente conocida. Es la ganadora del premio nacional Tidy Town (ciudad pulcra) y sus habitantes indígenas tienen una de las esperanzas de vida más bajas que se ha registrado. Por lo general, mueren a los 35 años. El gobierno cubano está llevando a cabo un programa de alfabetización con ellos, de igual manera que hace con los más pobres de África. Según el informe sobre la distribución de riqueza global Credit Suisse Global Wealth, Australia es la región más rica del planeta.
Los políticos de Canberra se encuentran entre los ciudadanos más acaudalados. Sus donaciones endógenas son legendarias. El año pasado, la entonces ministra de asuntos indígenas, Jenny Macklin, reformó su oficina a costa de 331.144 dólares para los contribuyentes.
Hace poco, Macklin reivindicó que, cuando estaba en el gobierno, había marcado una "gran diferencia". Es cierto. Durante su ejercicio, el número de aborígenes que vivían en chabolas creció en casi una tercera parte y más de la mitad del dinero empleado en proyectos de viviendas para aborígenes se la embolsaron los contratistas blancos y la burocracia de quienes ella era en gran medida responsable. Hoy, una vivienda típicamente ruinosa en las zonas despobladas donde habitan las comunidades indígenas da cobijo a hasta 25 personas. Los servicios sanitarios tardan años en llegar a las familias, muchas a cargo de ancianos o discapacitados.
En el 2009, el profesor James Anaya, respetado relator de las Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos indígenas, describió como racista el "estado de emergencia" que había despojado a las comunidades indígenas de sus ya endebles derechos y servicios bajo el pretexto de que entre ellos se encontraba un número "inconcebible" de bandas pedófilas –una acusación que la policía y la Comisión Australiana del Crimen desmintieron.
Entonces el portavoz de la oposición de asuntos indígenas, Tony Abbott, le espetó a Anaya, "ocúpate de tus asuntos" y no "escuches únicamente a la vieja brigada de las víctimas". Abbott es hoy el primer ministro de Australia.
He conducido hasta el corazón rojo de Australia central y preguntado yo mismo a la Dra. Janelle Trees sobre la "vieja brigada de las víctimas". Trees es una médico de cabecera cuyos pacientes indígenas viven a pocos kilómetros de diversos centros vacacionales que cuestan 1.000 dólares la noche, en la formación rocosa de Uluru (Ayers Rock). Ella dijo, "sabemos que hay asbestos en las viviendas de los aborígenes y [al gobierno] no le importa en absoluto que uno de ellos inhale una fibra de asbestos y desarrolle un mesotelioma pulmonar. Los niños contraen infecciones crónicas y acaban sumándose a las increíbles estadísticas de indígenas que mueren por enfermedades renales, batiendo además récords mundiales de enfermedades reumáticas cardíacas, y no se hace absolutamente nada. Cuando veo esto me pregunto: ¿por qué no se actúa? La malnutrición es un mal común. Una vez quise dar a una paciente un anti-inflamatorio por una infección que podía haberse evitado si las condiciones de vida fueran mejores, pero no pude tratarla porque no tenía suficiente comida para llenar su estómago y no podía injerir las tabletas. A veces me siento como si estuviera tratando a mis pacientes en condiciones similares a las de la clase obrera inglesa a principios de la revolución industrial".
En Canberra, en las oficinas ministeriales que exhiben arte aborigen, los políticos expresaron repetidamente lo “orgullosos” que estaban de lo que “hemos hecho por los indígenas australianos”. Cuando pregunté a Warren Snowdon —ministro de sanidad indígena en el gobierno laborista, recientemente substituido por la coalición conservadora de Abbott— por qué después de casi un cuarto de siglo representando a los australianos más pobres y enfermos no había llegado a una solución, éste respondió, “vaya pregunta más tonta. Vaya pregunta más pueril”.
Al final de la calle Anzac Parade en Canberra, se erige el Memorial de la Guerra Nacional de Australia, cuyo historiador, Henry Reynolds, denomina el "centro sagrado del nacionalismo blanco". Me denegaron el permiso para filmar en este enorme espacio público. Cometí el grave error de expresar mi interés en las guerras de frontera en las que los negros australianos combatieron la invasión británica sin armas de fuego, pero con gran ingenio y coraje –arquetipo de la "tradición Anzac". Pese a su importancia, en un país plagado de cenotafios, ni uno solo conmemora a aquellos que cayeron en la resistencia frente a "una de las mayores expropiaciones de tierra en la historia de la humanidad", escribió Reynolds en su libro más conocido Forgotten War (La Guerra Olvidada). Mataron a más aborígenes australianos que nativos americanos en las guerras de frontera americanas y que maorís en Nueva Zelanda. El estado de Queensland se convirtió en un verdadero matadero. Un pueblo entero fue hecho prisionero de guerra en su propio país, mientras los colonos llamaban al exterminio. La industria ganadera prosperó empleando hombres indígenas prácticamente como trabajadores esclavos. La industria minera hoy en día obtiene beneficios de miles de millones de dólares a la semana en tierras indígenas.
Obviar estas verdades y venerar el papel servil de Australia en las guerras coloniales de Gran Bretaña ha cobrado hoy en día casi el estatus de culto en Canberra. Reynolds y las pocas personas que lo cuestionan han sufrido calumnias abusivas. Consideran a los excepcionales aborígenes de Australia sus Untermenschen. Al entrar en el Memorial de la Guerra Nacional, uno puede ver rostros de indígenas representados por gárgolas de piedra junto a canguros, reptiles, pájaros y otras formas de "vida salvaje autóctona".
Cuando comencé a rodar sobre esta Australia secreta hace 30 años, había en marcha una campaña global contra el apartheid en Sudáfrica. Como ya había realizado un reportaje en Sudáfrica, quedé impresionado por las similitudes de la supremacía blanca y la docilidad y actitud defensiva de los liberales. Ningún oprobio internacional, ningún boicot, había alterado la epidermis de la Australia "privilegiada". Hoy se puede ver a los guardas de seguridad de los centros comerciales expulsar a los aborígenes en Alice Springs; si se recorre la corta distancia que hay entre los suburbios de Cromwell Terrace y el campamento de Whitegate, se ven las chabolas de hojalata que no disponen de luz ni de agua. Eso es apartheid, o lo que Reynolds llama "un rumor en nuestros corazones".
(La película de John Pilger Utopia sobre Australia se verá en los cines a partir del 15 de noviembre y en la Televisión Independiente en diciembre. En Australia se verá en enero).
John Pilger, nacido en 1939 en Australia, es uno de los más prestigiosos documentalistas y corresponsales de guerra del mundo anglosajón. Particularmente renombrados son sus trabajos sobre Vietnam, Birmania y Timor, además de los realizados sobre Camboya, como Year Zero: The Silent Death of Cambodia y Cambodia: The Betrayal.
Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/11/06/australias-secret-war-on-aboriginal-people/

Traducción para Sin Permiso Vicente Abella

Alemania actúa como sirvienta de EE.UU. en la guerra sucia global


La Vanguardia


El principal diario alemán publica un informe que pone la guinda a las denuncias de Eduard Snowden, y sugiere una complicidad y cooperación total del gobierno de Berlín con el espionaje y la acción militar encubierta de Washington en el mundo. Alemania es cómplice y fiel cooperante de la guerra sucia y el espionaje que Estados Unidos practica en el mundo. Una “masiva violación de la ley internacional”, denuncia en su edición de hoy el mayor periódico alemán. Con la ciudadanía ya muy irritada por la generalizada vigilancia que practica la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, incluido el móvil de la canciller, lo que explica hoy el Südddeutsche Zeitung podría colmar el vaso.
Una “investigación de meses” en unión con el consorcio de radiotelevisión pública NDR. Su contenido es devastador: Alemania es la sirvienta de la guerra sucia de Estados Unidos; desde su territorio se manejan los aviones no tripulados que practican ejecuciones extrajudiciales en Somalia en el marco de una “guerra secreta que supone una violación masiva de la ley internacional”. En ningún país del mundo, excepto Afganistán, Estados Unidos se gasta tanto en guerra como en Alemania: 3000 millones de dólares en 2012.
“Alemania actúa como el cuartel general de la guerra secreta en África, responsable de la muerte de civiles inocentes”. Sin Alemania, “la maquinaria de la guerra contra el terror no estaría tan bien engrasada”: 43.000 soldados en 40 bases militares. Desde Ramstein y Stuttgart, sede del Africom -el estado mayor para operaciones en África, que más de una docena de países africanos rechazaron acoger en su territorio- se dirige la guerra de los aviones no tripulados. En la zona de los ríos Rin y Meno, alrededor de Francfort, se concentra el “hub”, el nudo gordiano del espionaje; CIA, NSA, servicios secretos, seguridad interior, enumera el diario.
A todos ellos se añaden “nuevos actores aún más siniestros que los de antes”, explica: el ejército de matemáticos, expertos en juegos y teorías de guerra, estadísticos, administradores de información y especialistas de todo tipo”, dice. “Esa gente ya no se dedica a pinchar teléfonos o a esconder micrófonos en despachos como antes, simplemente se dedican a escuchar, a escucharlo todo”, continúa. Y ni siquiera son funcionarios, sino personal privado contratado a, “compañías que reciben órdenes secretas para hacer el trabajo sucio: espiar, analizar, secuestrar e incluso torturar”.
Este “ejército en la sombra se incrementa cada año, especialmente en Alemania”, explica el informe. “Alemania ha dado permisos especiales a 207 compañías americanas para realizar tareas sensibles para el gobierno de Estados Unidos en suelo alemán”. Al mismo tiempo, “centenares de esos espías contratados ni siquiera están registrados ante las autoridades alemanas”. “¿Quién puede asombrarse de que nadie los controle si ni siquiera los espías registrados por el gobierno lo son?”, se pregunta.
El brazo de las agencias de espionaje de Estados Unidos en Alemania es largo. Una de ellas, el Secret Service, que forma parte del Homeland Security, la seguridad interior, “se arroga cada vez más el derecho de dictar quien puede embarcar y quien no en un avión en aeropuertos alemanes, a veces hasta detienen ellos mismos a sospechosos”, explica ilustrando un cuadro de república bananera que nuestro diario ha presenciado en el aeropuerto de Francfort en diversas ocasiones a lo largo de los últimos quince años. “¿Podría un funcionario alemán hacer algo así en Estados Unidos?, impensable”, dice.
La comedia de la sorpresa, del “no sabíamos”, que el gobierno federal, su ministro del interior, su canciller y las agencias de seguridad alemanas han representado al conocerse los informes del ex agente Eduard Snowden, queda en evidencia en este informe:
“Las autoridades alemanas han suministrado sistemáticamente información a Estados Unidos sobre solicitantes de asilo en Alemania y esa información ha sido utilizada por Estados Unidos para planificar sus ataques con aviones no tripulados”, explica. “Las compañías privadas, algunas de ellas implicadas en graves violaciones de derechos humanos, tienen acceso a la información en los niveles más altos de las autoridades alemanas”, señala.
Un historiador residente en Munich, Josef Foschepoth, ha explicado documentalmente el carácter histórico de esta labor de servidumbre en materia de seguridad y espionaje. Foschepoth, que ha publicado un libro, basado en investigaciones de archivo, hace remontar esa labor al derecho de ocupación de posguerra, aun vigente a efectos prácticos. El libro de Foschepoth, que una de las principales comentaristas del Süddeutsche Zeitung calificó de “libro del año”, ha sido objeto de un sintomático silencio en los medios alemanes, pese a la rabiosa actualidad que el caso Snowden le ha dado.
En un gesto sin apenas precedentes, la embajada de Estados Unidos en Berlín ha reaccionado al informe publicado por el diario de Munich calificándolo de “indignante”. “Mezcla medias verdades con especulaciones e insinuaciones”, dice. “Daña las relaciones germano-americanas y su compartida agenda global”, considera, negando que Estados Unidos secuestre y torture, pero sin entrar en ninguno de los aspectos concretos denunciados.
“Si lo que se dice en el informe es correcto, entonces el gobierno nos ha mentido en la comisión de servicios secretos del Bundestag”, dice el diputado Hans-Christian Ströbele, miembro de dicha comisión y autor de diversas preguntas parlamentarias sobre algunos de los puntos contenidos en el material publicado por el diario.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/internacional/20131115/54394157876/alemania-sirvienta-ee-uu-guerra-sucia-global.html

Más de 500 años de saqueo ¿Quién saqueó a quién?


Por:


Más de 500 años de saqueos inclemente, muchos de ellos con sangre y muerte, más de 500 años de barbarie, donde el codiciado dorado diezmó al originario aborigen, más de 500 años de intolerancia y represión para convertir al ingenuo en nombre de dios, más de 500 años de imposiciones de culturas ajenas a nuestra realidad social, más de 500 años de robo descarado de nuestra recursos naturales, minerales y energéticos, más de 500 años de guerras impuestas a razón de imponer fronteras, más de 500 años de violaciones de los derechos humanos por solo ser quienes somos. Ahora resulta que el saqueo lo práctica quien fue saqueado por siglos, aquel quien en silencio y terror fue reprimido hasta su muerte, aquel quien fue desprendido violentamente de sus tierras y de sus ancestros, aquel quien fue negado por décadas a los beneficios del petróleo y relegado a la miseria de los cerros, aquel quien vio morir los suyos de hambruna en un país rico pero en manos de burgueses parásitos, cabe entonces preguntar ¿Quién saqueó a quién?

Las medidas recientemente tomadas por el gobierno nacional desnuda la realidad de un sector nacional, que por siglos (con sus apellidos de abolengos) dominaron con descaro el ámbito político-económico nacional.

La Venezuela agrícola y pecuaria de principios de 1900 pasó a ocupar espacios relevantes en el concierto petrolero mundial, se entregó al saqueador capital foráneo la administración, explotación, producción y comercio del codiciado oro negro, la riqueza del suelo patrio eran enormes, pero contrariamente la pobreza aumentaba a niveles asombrosos.

Esa Venezuela, la del country club, la de las telenovelas alienadoras, la de las grandes transnacionales del petróleo, la del disparen primero y averigüen después, la de la barragana, la del pacto de punto fijo, la del viernes negro, entre otras, fue recibida por el 27 de febrero de 1989 con el lamentable hecho llamado “El Caracazo”, la explosión social generada por medidas económicas impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) provocó la más cruel represión en contra del pueblo, la realidad de los cerros, del pobre, del olvidado y explotado se hizo evidente, los medios oligárquicos y sus serviles políticos culparon al pueblo por el saqueo originado en un sector del Estado Miranda y posteriormente generalizado en todo el territorio nacional, con la nefasta consecuencia de más de 3000 ajusticiamiento de manos del oprobioso gobierno adeco de Carlos Andrés Pérez, pero se lavaban las manos por sus políticas económicas privatizadoras y del descaro saqueo del erario público nacional.

El comandante Chávez a finales del siglo XX y principio del presente siglo, dio inicio a la ruptura con el viejo modelo oligárquico cuarto-republicano, las leyes habilitantes fue el preludio de un largo recorrido por el tortuoso camino de las reivindicaciones sociales, un golpe de estado y paro petrolero fueron las consecuencias, pero el momento fue propicio para dar el primer golpe de timón que libró de las garras de la oligarquía parasitaria las riendas de PDVSA.

Nicolás Maduro, el autobusero del metro de caracas, el obrero, el primer presidente chavista y fiel consecuente de las ideas del comandante Chávez, le ha tocado uno de los momentos más importantes y difíciles en el devenir de la revolución venezolana, el gran golpe de timón del cual el comandante Chávez insistió meses antes de su partida física se ha ejecutado, el imperio no perdió tiempo en trazarles las líneas a la apátrida burguesía, frescas estaban las lágrimas, aun el llanto del pueblo era escuchado por la muerte del mentor de la revolución, cuando se acentuó la estrategia planeada en Washington y delineó en Colombia meses después, la guerra había sido declarada y los voceros no podían ser otros que los mismos saqueadores y hambreadores de pueblo (2002 – 2003).

Hay quienes se preguntan ¿Qué hubiese hecho el comandante? ¿Qué acciones tomaría en contra de la oligarquía rapaz y saqueadora? Chávez, al igual que en el 2002 y 2003, con gallardía y coraje, asumiría la postura e inquebrantable posición de golpear sin compasión a la oligarquía parásita. Nicolás Maduro ha declarado una guerra frontal a los economistas golondrinos, a los grandes señores del valle, a los que jamás perdonaran la irreverencia del pueblo, hacia esos sectores que siempre han buscado burlar la legalidad constitucional, producto de omisiones, errores, burocratismos, traiciones y corrupción en el ámbito gubernamental va también dirigida tamaña descarga de adecentamiento nacional y todo ello hasta las últimas consecuencia, los saqueadores de oficio han sentido la mano férrea del gobierno revolucionario, el golpe de timón exigido con vehemencia por Chávez ha dado sus resultados, ahora es cuestión del despertar de conciencia, de retomar la senda del compromiso revolucionario y de continuar con el legado de Chávez, la revolución no se gesta sin el compromiso de un cambio de conciencia, sin ella la burguesía crece.

La revolución no puede mostrar flancos débiles, ante el más mínimo espacio, el traidor corroe hasta dejarle motivos a la duda, es hora de las definiciones, quien espere del socialismo una convivencia pueril con el capitalismo, terminará imbuido por el consumo y presa de la estupidez e incapacitado de combatirlo ideológicamente, por ello es imperativo acompañar al camarada, al presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y obrero Nicolás Maduro en todas las acciones que bien debiera de tomar en procura de salvaguardar la integridad política, económica y social de la patria de Bolívar y Chávez.


El autor es: Ing.

Orlangon67@gmail.com

Orlandoegg@cantv.net

gonzalezoky@pdvsa.com

Drones y kamikazes, juego de espejos


Le Monde Diplomatique


¿Puede el presidente de los Estados Unidos mandar asesinar a un ciudadano de su país? Esa es la pregunta que planteaba la eliminación por un drone, en septiembre de 2011, de Anwar Al-Awlaki, un dirigente americano de Al-Qaida en Yemen. El uso de esos ingenios sin piloto, que conmociona las reglas de la guerra, no suscita rechazo masivo en la opinión en Occidente, mientras los atentados suicidas aparecen como el colmo de la barbarie.


“Para mí, el robot es nuestra respuesta al atentado suicida”. Bart Everett /1


El filósofo Walter Benjamin reflexionó sobre los drones, sobre los aviones radiocomandados que los pensadores militares de mediados de los años 1930 imaginaban ya. Este ejemplo le servía para ilustrar la diferencia entre lo que llama la “primera técnica”, que se remonta al arte de la prehistoria, y la “segunda técnica”, característica de las industrias modernas. Lo que les distinguía a sus ojos era menos la inferioridad o el arcaísmo de una en relación con la otra que su “diferencia de tendencia”: “La primera implicando al hombre todo lo posible, la segunda lo menos posible. El éxito de la primera, si se puede decir, es el sacrificio humano; el de la segunda se anunciaría en el avión sin piloto dirigido a distancia por ondas herzianas/2.

De un lado, las técnicas del sacrificio; del otro, las del juego. De un lado, el compromiso íntegro; del otro la liberación total. De un lado, la singularidad de un acto vivo; del otro, la reproductibilidad indefinida de un gesto mecánico: “Una vez por todas -fue la divisa de la primera técnica (bien la falta irreparable, bien el sacrificio de la vida eternamente ejemplar). Una vez no es nada -es la divisa de la segunda técnica (cuyo objeto es retomar, variándolas incansablemente, sus experiencias)/3. De un lado, el kamikaze, o el autor de atentado suicida, que se hunde de una vez por todas en una única explosión; del otro, el drone, que lanza sus misiles de repetición como si no ocurriera nada.

Mientras que el kamikaze implica la fusión completa del cuerpo del combatiente con su arma, el drone asegura su separación radical. Kamikaze: mi cuerpo es un arma. Drone: mi arma no tiene cuerpo. El primero implica la muerte del agente. El segundo la excluye de forma absoluta. Los kamikazes son los hombres de la muerte cierta. Los pilotos de drone son los hombres de la muerte imposible. En este sentido, representan dos polos opuestos en el espectro de la exposición a la muerte. Entre los dos, están los combatientes clásicos, los hombres del riesgo de muerte.

Se habla de suicide bombing, de atentado suicida, pero ¿cuál sería el antónimo? No existe expresión específica para designar a quienes pueden matar por explosión sin jamás exponer su vida. No solo no les es necesario morir para matar sino que, sobre todo, les es imposible ser matados cuando matan.


Sacrificio o preservación de si mismo


Contrariamente al esquema evolucionista, que Benjamin no sugiere en realidad sino para mejor subvertirle, kamikaze y drone, arma del sacrificio y arma de la autopreservación, no se suceden de forma linealmente cronológica, expulsando uno al otro como la historia a la prehistoria. Emergen al contrario de forma conjunta, como dos tácticas opuestas que históricamente se responden.

A mediados de los años 1930, un ingeniero de la sociedad de radiocomunicación Radio Corporation of America (RCA), Vladimir Zworykin, leyó un artículo sobre el ejército japonés que le inquietó enormemente. Los japoneses, supo por dicho artículo, habían emprendido la formación de escuadrones de pilotos para aviones suicidas. Mucho antes de la trágica sorpresa de Pearl Harbour, Zworykin había comprendido la amplitud de la amenaza: “La eficacia de este método, por supuesto, queda por demostrar, pero si un entrenamiento psicológico así de las tropas fuera posible, ese arma se revelaría como una de las más peligrosas. Como podemos difícilmente esperar que tales métodos sean introducidos en nuestro país, debemos encomendarnos a nuestra superioridad técnica para resolver el problema/4.

Entonces se disponía ya en los Estados Unidos de prototipos de “aviones radiocontrolados” que podían servir de torpedos aéreos. Pero el problema era que esos ingenios teledirigidos eran ciegos: “pierden su eficacia en cuanto se rompe el contacto visual con la base que les dirige. Los japoneses, resulta evidente que han encontrado la solución a este problema”. Su solución, era el kamikaze: dado que el piloto tiene ojos y está dispuesto a morir, puede guiar el ingenio hasta el fin sobre su objetivo.

Pero Zworykin era también, en la RCA, uno de los pioneros de la televisión. Y ahí, por supuesto, residía la solución: “Un medio posible de obtener prácticamente los mismos resultados que el piloto suicida consiste en equipar al torpedo radiocontrolado de un ojo eléctrico /5. El operador sería entonces capaz de ver el objetivo hasta el final y de guiar visualmente el arma hasta el punto de impacto por mando de radio.

No dejar ya, en la carlinga del avión, más que la retina eléctrica del piloto, quedando su cuerpo relegado en otra parte, fuera del alcance de las defensas antiaéreas enemigas. Con este principio de acoplamiento de la televisión y del avión teledirigido, Zworykin descubría la fórmula que iba a ser bastante más tarde a la vez la de la smart bomb (“bomba inteligente”) y del drone armado.

Si el texto de Zworykin es notable, es porque concibe, y eso desde una de sus formulaciones teóricas, el antecesor del drone como un antikamikaze. No solo desde el punto de vista lógico, el de su definición, sino también y sobre todo en el plano táctico: es el arma que le responde, a la vez como su antídoto y su estrella gemela. Drone y kamikaze constituyen dos opciones prácticas opuestas para resolver un mismo problema, el de guiar la bomba hasta su objetivo. Lo que los japoneses pretendían realizar por la superioridad de su moral de sacrificio, los americanos lo realizarán por la supremacía de su tecnología material. Lo que los primeros esperaban alcanzar por el entrenamiento psicológico, se va a tratar para los segundos de realizarlo por procedimientos puramente técnicos. La génesis conceptual del drone toma lugar en una economía etico-técnica de la vida y de la muerte en la que el poder tecnológico viene a tomar el relevo de una forma de sacrificio inexigible. Ahí donde de un lado habrá valorosos combatientes, dispuestos a sacrificarse por la causa, del otro no habrá ya más que ingenios fantasmas.

Se encuentra hoy ese antagonismo del kamikaze y del mando a distancia. Atentados suicidas contra atentados fantasmas. Esta polaridad es en primer lugar económica. Opone a quienes poseen el capital y la tecnología a quienes no tienen más, para combatir, que sus cuerpos. A esos dos regímenes materiales y tácticos corresponden sin embargo también dos regímenes éticos -ética del sacrificio heroico de un lado, ética de la autopreservación vital del otro.

Drone y kamikaze se responden como dos motivos opuestos de la sensibilidad moral. Dos ethos que se enfrentan en el espejo, siendo cada uno de ellos a la vez la antítesis y la pesadilla del otro. Lo que está en juego en esta diferencia, al menos tal como aparece en la superficie, es una cierta concepción de la relación con la muerte, la suya y la del otro, con el sacrificio o a la preservación de si mismo, el peligro y la valentía, la vulnerabilidad y la destructividad. Dos economías políticas y afectivas de la relación con la muerte, la que se da y a la que uno se expone. Pero también dos concepciones opuestas del horror, dos visiones de horror.

Richard Cohen, editorialista en el Washington Post, ha dado su punto de vista: “En lo que se refiere a los combatientes talibanes, no solo no aman la vida, sino que la derrochan gratuitamente en atentados suicidas. Es difícil imaginar un kamikaze americano /6. Insiste: “Un kamikaze americano es algo que no existe. No exaltamos a los autores de atentados suicidas, no hacemos que sus hijos se enorgullezcan de ellos ante las cámaras de la televisión para que otros niños les envidien de tener un padre muerto. Para nosotros, es algo molesto. Es algo que nos pasma. Es francamente repugnante”. Y añade, complaciente: “Pero quizás nos hemos puesto a amar demasiado la vida” /7.

Lo que es por tanto “molesto”, “pasmoso”, “repugnante”, es estar dispuesto a morir en su lucha, y glorificarse por ello. El viejo ídolo del sacrificio guerrero, caído directamente de su pedestal en el bolso del enemigo, se ha convertido en el peor de los revulsivos, el colmo del horror moral. Al sacrificio, incomprensible e innoble, que se interpreta inmediatamente como un desprecio de la vida sin pensar que implica quizá más bien en primer lugar un desprecio de la muerte, se opone una ética del amor de la vida -siendo el drone sin duda su expresión acabada.

Coquetería última, se concede que “nosotros” amamos la vida de tal forma que la cuidamos sin duda a veces de forma excesiva. Un exceso de amor que sería seguramente excusable si tanta autocomplacencia no hiciera sospechar de amor propio. Pues, contrariamente a lo que el autor proclama, es claramente “nuestras” vidas, y no “la” vida en general, lo que “nosotros” amamos. Si el caso del kamikaze americano es inconcebible, casilla vacía en el mapa de lo pensable, es porque sería un oximorón. La vida, aquí, no podría negarse ella misma. Y tiene sus motivos: no niega más que la de los demás.


¿Qué es “cobarde”?


Preguntado por un periodista que quería saber si era “cierto que los palestinos no se preocupan por la vida humana, ni siquiera la de sus allegados”, Eyad El-Sarraj, director del programa de salud mental de Gaza, respondió de la siguiente manera: “¿Cómo puede usted creer en su propia humanidad si no cree en la humanidad del enemigo?/8.

Horror por horror, ¿en qué sería menos horrible matar sin exponerse a perder la vida que hacerlo compartiendo la suerte de sus víctimas? ¿En qué un arma que permite matar sin ningún peligro sería menos repugnante que la opuesta? La universitaria británica Jacqueline Rose, asombrándose de que “lanzar bombas de fragmentación desde el aire sea no solo considerado como menos repugnante, sino también, para los dirigentes occidentales, como superior moralmente”, se pregunta: “La razón por la cual morir con tu víctima debe ser considerado como un mayor pecado que salvarte tú mismo haciéndolo, es algo que no está claro” /9. Un “antropólogo que viniera de Marte, añade Hugh Gusterson, podría señalar que muchos, en Próximo Oriente, sienten los ataques de drones americanos exactamente como Richard Cohen los atentados suicidas. Los ataques de drones son percibidos allí como cobardes, puesto que sus pilotos matan a gente sobre el terreno desde el espacio seguro de una cabina con aire acondicionado en Nevada, sin el menor riesgo de ser nunca muertos por quienes son atacados/10.

El antropólogo Talal Asad sugiere que el horror suscitado por los atentados suicidas en las sociedades occidentales se basa en el hecho de que el autor del atentado, con su gesto, prohíbe a priori todo mecanismo de justicia retributiva: muriendo con su víctima, coagulando en un único acto crimen y castigo, hace el castigo imposible y desactiva así el resorte fundamental de una justicia pensada sobre el modo penal. Jamás podrá “pagar por lo que ha hecho”.

El horror que suscita la idea de una muerte administrada por ingenios sin piloto tiene que ver sin duda con algo similar: “El operador de drone, añade Gusterson, es igualmente una imagen de espejo del atentado suicida en el sentido de que se aparta él también, aunque en una dirección opuesta, de nuestra imagen paradigmática del combate/11.

Grégoire Chamayou es investigador en filosofía en el Centro Nacional de Investigación Científica, Cerphi-ENS Lyon. Este artículo está sacado de su libro Théorie du drone, ediciones La Fabrique, 2013.


Notas


1/ Director de robótica en el Centro de sistemas de guerra naval y espacial de San Diego (Spawar) Citado por Peter W. Singer, Wired for War: The Robotics Revolution and Conflict in the 21st Century, Penguin Books, New York, 2009.

2/ Walter Benjamin, L’Œuvre d’art à l’époque de sa reproductibilité technique, Gallimard, Paris, 1991 (1re éd. : 1955).

3/ Ibid.

4/ Vladimir K. Zworykin, “Flying Torpedo with an Electric Eye”, 1934, en Arthur F. Van Dyck, Robert S. Burnap, Edward T. Dickey et George M.K. Baker (bajo la dirección de), Television, vol. IV, RCA, Princeton, 1947.

5/ Ibid.

6/ Richard Cohen, “Obama needs more than personality to win in Afghanistan”, The Washington Post, 6 octubre 2009.

7/ Richard Cohen, “Is the Afghanistan surge worth the lives that will be lost ?”, The Washington Post, 8 diciembre de 2009.

8/ “Suicide bombers : Dignity, despair, and the need for hope. Interview with Eyad El Sarraj”, Journal of Palestine Studies, Washington, vol. 31, no 4, verano 2002 ; citado por Jacqueline Rose, “Deadly embrace”, London Review of Books, vol. 26, no 21, 4 noviembre 2004.

9/ Jacqueline Rose, ibid.

10/ Hugh Gusterson, « An American suicide bomber ? », Bulletin of the Atomic Scientists, 20 janvier 2010.

11/ Ibid.


Fuente original: http://www.monde-diplomatique.fr/2013/04/CHAMAYOU/49004

Traducción: Faustino Eguberri

La "hipermundialización"


Medelu

Traducido para Rebelión por Susana Merino

Según los economistas Arvind Subramanian y Martín Kessler, nuestras sociedades estarían entrando en una era de “hipermundialización” (1) El volumen de mercancías intercambiado a escala planetaria entre 1980 y 2011 se multiplicó por cuatro, el comercio mundial aumentaría anualmente dos veces más rápidamente que la producción. (2). Según la Organización mundial de comercio (OMC) “el valor del dólar en el comercio mundial de mercancías ha aumentado en promedio un 7% anual (…) alcanzando, al final del período, el record de 18 mil millones” Por su parte “los intercambios de servicios comerciales aumentaron aún más rápidamente a una tasa anual promedio de alrededor del 8%, hasta llegar a los 4 mil millones de dólares (3).
De modo que si en 1870 el comercio representaba el 9% del PBI mundial, en1914, el 16%, en 1939 el 5,5% y el 15% en los años 70, actualmente genera el 33% (4).
Aunque afectado por la crisis financiera del 2008 y sus consecuencias sobre la reducción de la demanda, especialmente de los EE.UU., China y Europa – el volumen mundial del comercio aumentó el 2% en 2012 contra el 5,1% en 2011 (se espera un 2,5% para el 2013) – este inédito aumento de la integración comercial mundial constituiría, según ambos investigadores la primera característica de esta “hipermundialización”
La reducción de los impuestos aduaneros (5), del costo de los transportes – especialmente marítimos – y del de las telecomunicaciones, el auge de tecnologías que facilitan la desmaterialización del comercio y de los servicios, la movilidad del capital y de los factores de producción como asimismo la proliferación de los acuerdos bilaterales y multilaterales de libre comercio han hecho posible esta nueva etapa de mundialización económica y financiera.
En este vasto movimiento aparecen nuevas tendencias: la “hipermundialización” no se produce solo cuantitativamente mediante el incremento del comercio internacional integrado, sino también cualitativamente. En este sentido se corresponde con una profunda mutación a escala mundial, aún inconclusa, que impacta en las regiones y en los países, de los sistemas de producción y de intercambio.
Algunas de sus más destacadas manifestaciones, son en la actualidad regularmente comentadas por los medios convocados por los gobiernos con la intención de justificar ante la opinión pública, la necesidad de instrumentar políticas públicas de austeridad (salarial y social) con el objeto de ganar en competitividad en el marco de una encarnizada competencia global. Se trata del ascenso de China, que actualmente ocupa el lugar de primera potencia mundial con un 11% de las exportaciones mundiales (contra el 1% en 1980) de los países del sur (6) de los flujos comerciales sur-sur (7) y del desarrollo de múltiples configuraciones y de integraciones económicas regionales.
Sin embargo, existen otras dinámicas que poco a poco, subterráneamente, van modificando las estructuras de la mundialización. La “hipermundialización” muestra en efecto, un nuevo estadio de su desarrollo. Señala en primer término una nueva fase de la fragmentación geográfica de la producción y de la disociación de las funciones productivas a escala mundial. Los flujos comerciales se inscriben actualmente en “cadenas internacionales de valor” que organizan los procesos de producción según distintas secuencias, (a menudo simultáneamente) realizadas en diferentes lugares del planeta según lógicas de optimización de los territorios. Todo esto en función de su organización fiscal, social, salarial, financiera, tecnológica, educativa, institucional, etc.
De este modo hemos asistido, durante los últimos veinte años, a la puesta en marcha de un esquema estabilizado. La propiedad de las empresas, de las patentes y de las marcas como asimismo la investigación-desarrollo (RED) se concentran en los centros de economía-mundo (especialmente en los países de la Tríade) la concepción, el ensamblaje de la fabricación de productos se realiza en países (Asia, América Latina, Africa, Próximo Oriente) y empresas con las que se subcontratan estas funciones como así también la distribución, venta, servicios post-venta ( en el Magreb o la India, por ejemplo). (8)
De este modo las 80 mil multinacionales registradas en el mundo (9) (que absorben las dos terceras partes del comercio internacional) son la principal mano de obra de esta organización de la producción. Como lo explica la Comisión económica para América latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas “ las empresas multinacionales de los países desarrollados transfieren o subcontratan una parte de sus procesos de producción a los países en desarrollo o en transición, Esta fragmentación geográfica de la producción se realiza por intermedio de varios canales como ser la inversión extranjera directa (10) el comercio de bienes intermedios (que llegan de diferentes países) (11) y la subcontratación de servicios (12)” Y hay que agregar: “En términos simples lo que se busca (en un contexto de reducción de impuestos aduaneros y de costos del transporte, de la información y de las telecomunicaciones que permite una circulación de las mercancías sin obstáculos, demultiplicada, cruzada y de gran velocidad) lo que significa combinar tecnología, innovación y “savoir faire” de los países desarrollados (economías de la casa central) con los costos más reducidos de la mano de obra de los países en vías de desarrollo (economías de producción)” (13)
Para la CEPAL sería igualmente posible “identificar grandes redes de producción mundial” La “fábrica Europa” (con su centro de Alemania), la “fábrica América del Norte” (con su centro en los EE.UU.) y la “fábrica Asia” (con su centro tradicional en Japón y China en período más reciente) Estas tres “fábricas” se caracterizan por el alto nivel comercial interregional, que por su parte, se organiza alrededor de la producción de bienes intermedios” para esos mismos centros.
Según estimaciones del ministerio de comercio exterior francés, la mitad del valor de las mercaderías exportadas al resto del mundo está conformado por componentes importados. En Francia la proporción es del 25%. En los países en desarrollo, se sitúa en el 60% . Iphone y la muñeca Barbie son los símbolos de esta mercadería “Made in the World”
Es en este marco que emergen, a partir de comienzos de los años 2010 y aún más desde 2013, nuevas formas de acuerdos de libre comercio por fuera del marco multilateral de la OMC. Son los llamados acuerdos “mega-regionales” o “mega-bilaterales”: el gran mercado transatlántico (14), la Asociación Transpacífico (15) la Asociación económica integral regional (que incluye diez países de la Asociación de naciones del Sureste de Asia – ASEAN – (16). El acuerdo de libre comercio entre la UE y Japón (en trámite de negociación), el acuerdo de libre comercio entre China, Japón y Corea del Sur (idem).
Su función es al mismo tiempo política, geopolítica y económica. Se trata organizar en el largo plazo, la seguridad de las inversiones y de las actividades – como también la facilitación de sus operaciones - de los actores financieros y económicos mundializados. Todo esto con el objeto de consolidar y desarrollar el valor agregado de la mercancía en el marco de los espacios transnacionales conformados por cadenas globales de producción en las que actúan y se despliegan las multinacionales del centro de la economía mundial que comparten intereses comunes con los actores económicos, comerciales y financieros locales y regionales.
Formulando estos acuerdos, las nuevas generaciones se singularizan de acuerdo con ciertos aspectos. Conforman espacios calcados sobre cadenas de producción y pueden, llegado el caso, sobrepasar las geografías regionales y diseñar nuevas fronteras económicas, financieras y comerciales entre países, bloques de países o regiones: cubren territorios físicos, demográficos, políticos y económicos inmensos: tienen a armonizar no solo los derechos aduaneros, sino también- sobre la base de estándares jurídicos de los países hegemónicos de la Tríada – las barreras llamadas “no tarifarias” (normas sanitarias y fitosanitarias, condiciones de acceso a los mercados públicos, derechos de propiedad intelectual, securitización de las inversiones, políticas de competencia, etc).
Estas nuevas transformaciones del capitalismo fortalecerán las dinámicas de fusiones entre estados que interesan a los mercaderes produciendo la desconexión entre la capacidad de intervención democrática de los pueblos – la única capaz de controlar el poder del capital – y al de este último de someter a nuestras sociedades a su destructiva dominación.
En su Dinámica de Occidente (1939) el sociólogo alemán Norbert Elias señalaba: “Como esto se produce en todo sistema de equilibrio inestable, sometido a la tensión de la competencia en rápido aumento y desprovisto de un monopolio central los estados más poderosos que constituyen los ejes principales del sistema se empujan recíprocamente, en un movimiento de tornillo sin fin, con el propósito de expandir y fortalecer su posición. De este modo se encuentra en marcha el mecanismo de lucha por la hegemonía – intencional o no – hacia la creación de centrales monopólicas que ocupan territorio de un tamaño netamente mayor. Y si bien es cierto solo se trata por el momento de una dominación limitada a algunos continente ya se ve el diseño de un desborde a sus interdependencias sobre otras regiones, la lucha por la hegemonía en un sistema que engloba a toda la tierra habitada “ (17)
La “hipermundialización” ¿constituiría una nueva etapa en la monopolización del mundo por las potencias, económicas, financieras y estatales del “mundo occidental”? Este último concepto ¿significaría la integración de las élites- sean del Norte o del Sur en el seno de una superclase oligárquica mundializada?
Fuere como fuese la “hipermundialización” constituye el nuevo marco de objetivo enfrentamiento entre los movimientos anti-sistémicos del planeta – hoy en día debilitados y localizados – y las fuerzas del capitalismo financierizado.
Notas
[ 1 ] Arvind Subramanian y Martin Kessler, « The Hyperglobalization of Trade and Its Future », Peterson Institute for International Economics, juillet 2013 ( http://www.iie.com/publications/interstitial.cfm?ResearchID=2443 ).
[ 2 ] Salvo durante estos dos últimos años Rapport sur le commerce mondial 2013. Facteurs déterminant l’avenir du commerce mondial , Organización Mundial de Comercio(OMC), 18 de julio de 2013 ( http://www.wto.org/french/res_f/publications_f/wtr13_f.htm ).
[ 3 ] Ibid.
[ 4 ] Ibid .
[ 5 ] Sobre este tema leer: Christophe Ventura, « Que sont les douaniers devenus… », Le Monde diplomatique , octubre 2013.
[ 6 ] Representan el 47% de las exportaciones mundiales, contra el 34% en 1980. Por su parte las economías del centreo del sistema-mundo representan el 53% contra el 66% en 1980.
[ 7 ] Estos representan 24% de los flujos globales en 2011, contra el 8% EN 1990. Los flujos Norte-Norte representaban el 36% contra el 56% en 1990.
[ 8 ] Sobre este tema leer: Jean-Luc Melenchon “Le nouvel ordre transnacional” En su reflexión el copresidente del partido de Izquierda francés precisa “ un nuevo modelo de empresa (…) se conforma con poseer patentes, marcas, un talonario de cheques y un fichero de clientes. Esta particular forma de desmaterializar la propiedad nos remite de pronto a la importancia del tema de las patentes y de las licencias, de las marcas y los logos que constituyen las nuevas formas del poder de la propiedad capitalista. Son muchas las multinacionales que desarrollan esta estrategia tendiendo a retirarse y hasta a desentenderse totalmente de la producción en beneficio de actividades con menores riesgos de inversión: administración de marcas, comercialización, distribución, actividades financieras” (http://www.jean-luc-melenchon.fr/2013/07/24/du-chaud-et-du-froid-des-hauts-et-du-bas/).
[ 9 ] Arvind Subramanian y Martin Kessler, « The Hyperglobalization of Trade and Its Future », Peterson Institute for International Economics, julio 2013.
[ 10 ] El stock de las IDE en el mundo pasó del 10% del PBI en los años 90 a un 30% en el 2011
[ 11 ] Según la OMC, “ el 30% de los intercambios consisten en la reexportación de bienes intermedios (…) Desde mediados de los años 90 ese porcentaje creció un 10%
[ 12 ] Según la OMC en términos de valor agregado: “la contribución de los servicios al comercio total (…) ha sido casi dos veces mayor que la parte correspondiente, medida en términos brutos, pasando del 23% al 45% en el 2008. Los servicios contribuían en gran parte al comercio de mercaderías, ya sea por su aporte como facilitador de las transacciones internacionales o por el sesgo de su incorporación al costo total de la producción de la mercadería”
[ 13 ] Panorama de la insercion internacional de America latina y el Caribe , Cepal, 2013.
[ 14 ] Leer Bernard Cassen, « L’alibi de l’emploi pour un grand marché (transatlantique) de dupes », Mémoire des luttes ( http://www.medelu.org/L-alibi-de-l-emploi-pour-un-grand ).
[ 15 ] Leer Christophe Ventura, « Washington se relance dans le nouveau jeu latino-américain », Mémoire des luttes ( http://www.medelu.org/Washington-se-relance-dans-le ) et « Le Partenariat transpacifique, nouvel outil de l’hégémonie de Washington », Mémoire des luttes ( http://www.medelu.org/Le-Partenariat-transpacifique ).
[ 16 ] Australia, Birmania, Brunei, Camboya, China, Corea del Sur, India, Indonesia, Japón, Laos, Malasia, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur. Tailandia y Vietnam. Las negociaciones iniciadas a principios de 1913, deberían concluir según sus impulsores en 2016.
[ 17 ] Norbert Elias, La Dynamique de l’Occident , Calmann-Lévy, collection Agora, Paris, 1977 (traduction du tome 2 de Uber den Progress der Zivilisation , 1939).
Fuente: http://www.medelu.org/Hypermondialisation

viernes, 15 de noviembre de 2013

Bocafloja: la rima y el beat para desarmar a la Colonia Moderna



El régimen mundial del capital aunado al militarismo global sigue colonizando extensas geografías a través de una guerra multidimensional, sostenida en su capacidad de reconfigurar todos los métodos visibles e invisibles hasta volverse totalizante y extenderse desde el espacio mas lejano hasta la zona capilar. En la captura del cuerpo humano y su psiquis, el imperio estadounidense desenvuelve una guerra externa e interna, de baja y alta intensidad, que a veces explota sin remordimiento alguno. Las comunidades chicanas, negras y de clase trabajadora , cuando no son el blanco de bala y fuerza represiva, son prisioneros políticos de esta guerra. Llamémosle el Vietnam que no termina [1] , como la enuncia y denuncia Bocafloja. Este incesante Vietnam no solo fue una sangrienta guerra global en el sureste asiático, las bombas explotaron en casa, y esta guerra domestica no declarada como tal se evidencio cuando dichas comunidades se organizaron en defensa propia y le devolvieron la embestida al imperio interno tal como sucedió un 29 de Agosto en el este de Los Ángeles en 1970 en la Moratoria Chicana, por dar ejemplo. Se manifestó en los asesinatos, persecuciones y capturas de lideres del Poder Negro y Chicano: Fred Hampton, George Jackson, Jonathan Jackson, Reies López Tijerina, Angela Davis, Rubén Salazar, por mencionar los casos mas relevantes. Pero, ¿porque hablar de un tiempo tan lejano para aclarar lo que viene sucediendo y apuntar a la crisis de memoria y a la producción activa de una enajenación histórica dentro del imperio? El poder imperial y los procesos de modernidades coloniales sobre el cuerpo humano racializado en los Estados Unidos que describe el académico jamaiquino Anthony Bogues en su Imperio de la Libertad [2] es también la temática de urgencia en la música urbana producida por Bocafloja. Ambos denuncian la naturalización y racionalización de la violencia colonial neoliberal o las modernidades coloniales. Hay casos concretos que revelan como esta guerra colonial moderna, además de producir condiciones de pobreza material insostenibles en los barrios mas afectados, tiene la capacidad de un terrorismo psíquico al criminalizar el cuerpo racialmente marcado, particularmente la corporalidad y realidad de las comunidades chicanas, negras y a las mas pobres en Estados Unidos. Un claro ejemplo de esta reconfiguración y sofisticación del aparato bélico interno estadounidense es el complejo carcelario industrial [3] . El hecho de que actualmente estén encarcelados dos millones de seres humanos, en su gran mayoría negra y chicana no es una casualidad, sino que revela la causalidad histórica en su mas clara expresión de un terrorismo continuo interno. Dylan Rodriguez hace las conexiones necesarias en Pasajes Forzados [4] , en donde centra la experiencia narrativa de los y las prisionero/as políticos que fueron encarcelados por su militancia en los movimientos de empoderamiento negro en los 70s.
La actual persecución y la criminalización del cuerpo negro y moreno actual debe encajarse dentro del contexto de esta incesante guerra interna que no se pudo contener y se promulgo del barrio a la universidad hace mas de 40 años. Las violentas condiciones sociales de pobreza, racismo y la supresión de la memoria histórica de estas comunidades se han profundizado silenciosamente en plena era neoliberal. Es decir, puede haber felices ciudadanos liberales que gozan del derecho democrático al trabajo y al consumo, a afirmar su exótica latinidad, pero no pueden organizar una guerra en defensa de sus propias vidas y por su futuro. La penetración psicológica es tal que las grandes masas no piensan libremente, ni se enteran de estar capturados y atrapados simbólicamente detrás de las barras. Recordemos que en su momento encarcelada y en defensa de su libertad, Angela Davis sugirió que las comunidades negras y chicanas eran prisioneras políticas, puesto que solo una no-ciudadanía explica el abuso a derechos tan fundamentales como a una vida digna, soberana, auto-suficiente y protegida por la ley. Su ensayo en el volumen por su defensa y libertad Si Vienen Por La Mañana, sostiene que la militancia por la liberación negra es puesta en prisión por enfrentar a las mismas condiciones que la oprime [5] .
Actualmente, esta guerra es doblemente material y cultural. La producción cultural dominante de lo latino produce la rampante pobreza cultural y censura activamente a la memoria e imaginación radical. Inclusive, me atrevo a afirmar que hay dos posiciones ideológicas en cada costa del imperio. En Miami esta Univision, literalmente programando una despolitización y comercializando por y para una latinidad sometida. En el pacifico, en la frontera física entre México y Estados Unidos, se activa la memoria radical del pueblo chicano, en un parque vivo de murales y mítines políticos, con actividad cultural guiada por la efervescencia de luchas en contra del imperio interno y externo de la colonial global. La producción cultural de Bocafloja, es también una vena intelectual de una irreverencia clara a poderes hegemónicos , sostiene la mas clara imaginación radical, siguiendo la militancia discursiva anti-colonial de los 70s, una poética transgresora y emancipadora que desarma el poder colonial sobre el cuerpo de los condenados a esta muerte lenta. Un Hip Hop urbano que mas que eso, es una poética de la memoria, situada y contextualizada en el trauma colonial moderno de las calles y el cuerpo encarcelado de las comunidades chicanas y negras. Porque, a estas alturas de sofisticación, ya ni siquiera ser militante es requisito para ser perseguido por la violencia de la modernidad colonial, ser inmigrante es mas que suficiente para sentir vibraciones de asesinato por electroshock como las sintió Anastasio Hernández Rojas quien fue linchado por agentes de la patrulla fronteriza en el cruce peatonal en el momento mismo en que se le intentaba deportar. A estas comunidades se les sigue negando una ciudadanía política, social y cultural por el aparato legal del estado neoliberal. Hay cerca de dos millones de seres humanos detrás de las barras estadounidenses, y la gran mayoría encarcelada es negra y chicana. Esta no-ciudadanía es también evidente cuando el estado asesina, y esas muertes quedan impunes, la rampante muerte social lleva décadas sin cambio radical. La urgencia política de hoy va mas allá de la represión interna militar, puesto que en plena época neoliberal, ahora socavan la memoria, la imaginación, y el deseo mismo por otra realidad. En la actual locura colonial moderna, se criminalizan a familias enteras indocumentadas, encarcelando y deportando a miles de migrantes latinoamericanos, se justifican asesinatos producidos por un racismo socialmente naturalizado pues quedan impunes por el sistema penal estadounidense. Hace falta nombrar solo los casos mas prominentes: Valeria Tachiquin Alvarado, Oscar Grant, Trayvon Martin y muchos otros que no llegan a la discusión nacional. Excesos de violencia colonial que bien podrían ser llamados linchamientos modernos.
La represión de la memoria se desenvuelve en las instituciones educativas. El caso de Arizona en donde se censuran los Estudios Étnicos ejemplifica esta embestida ideológica en contra de la memoria radical. Es en esta guerra en donde la recuperación de memoria y la diseminación de imaginación radical son esenciales para desarticular el imperio colonial moderno desde sus entrañas. En este guerra cultural, la música de Bocafloja contiene una poética anti-colonial imprescindible, un rescate de la memoria histórica y de la imaginación radical necesaria y una alfabetización decolonial primaria para exigir un futuro en esta embestida de muerte. Para escuchar a la extensa producción musical de Bocafloja, es necesario entrar en la profundidad histórica de lo que cuenta, y de esta manera entenderla como una reacción de una memoria corporal. Sin embargo, lo importante del rescate de esta memoria no es entenderla como tal y dejarla posicionada a un pasado romántico de lucha, si no injertarla como arma cultural, y activar esas memorias para que sean el deseo y la imaginación radical para prenderle fuego al presente, porque una zona de autonomía empieza desde el cuerpo.


[1] Bocafloja featuring Intifada, “El Viejo Son”, Existo, Matriz Preludio al Pienso, 2009.
[2] Anthony Bogues. Empire of Liberty: Power, Desire and Freedom, 2010.
[3] Prison Industrial Complex es la versión interna del Military Industrial Complex, estas guerras internas y externas producen ganancias millonarias al régimen colonial neoliberal.
[4] Dylan Rodriguez. Forced Passages: Imprisoned Radical Intellectuals and the U.S. Prison Regime, 2006.
[5] Cynthia A. Young. Soul Power: Culture, Radicalism, and the Making of the U.S. Third World Left. 2006.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.